Harry
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Post by Harry on Sept 1, 2012 18:34:36 GMT -3
El pelirrojo vio la reacción de los tres aludidos y entendió. Si ellos no lo consideraban el momento, bien. Derian, Nuria y Thomas tenían que ser los que hiciesen la propuesta incial, él solo estaría allí en ese momento para ayudarlos. Segundos después, vio lo que Thomas intentaba hacer. Se alarmó. No era una buena idea para nada intentar "alegrar" a Matilda con alcohol. No solo porque esa mujer era una caja de sorpresas con exceso de alcohol encima (Cosa que sabía por experiencia) si no porque, cuando se diese cuenta de que había aceptado la propuesta en ese estado, cualquier validez que esta tuviese sería nula. Y la cosa no era TAN loca como para tener que llegar a esos extremos. Siguiendo con el código de miradas bajo el cual se venían manejando hasta ahora, intentó comunicar un "Ni se les ocurra" lo mejor que pudo a Thomas y Derian. Acto seguido, bebió un sorbo de su copa. "Dios, que cosa amarga." Pensó.
((Yay! 11 páginas! =D))
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Post by Milly on Sept 1, 2012 19:22:45 GMT -3
((Mil disculpas, no podré postear nada hasta el lunes T.T))
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Post by bachi on Sept 1, 2012 22:28:59 GMT -3
La solemnidad en la voz de Derian inspiró a casi todos a ponerse de pie, y como era el único que todavía permanecía sentado, con la copa firmemente apretada entre las dos manos, Santiago se resignó y se puso de pie con el ceño fruncido, totalmente entregado a la causa. —Por la familia —soltó el payaso, serio como una mula, y se vació el contenido de la copa en un largo trago que esperó que siguieran los demás. Mientras tanto, Thomas avivaba al resto a hacer lo mismo. La llegada de Nuria solo "facilitó" la situación. —Oh, ¿otro poquito más? Dejen, dejen que ya sirvo yo de nuevo —se rió entre dientes, inclinándose disimuladamente hacia delante para poder mirar a la metiche mujer. Le hizo un par de señas, entre las que se incluía hablar como chimpancé mudo y negar lentamente con la cabeza, con una sonrisa de gato de Cheshire impresa en la boca. Matilda no parecía percatarse de lo que sucedía ahí "abajo" de ella, en la mesa, así que empezó su discurso. —¿Cuántos años llevamos ya compartiendo pulgas juntos, me lo quiere recordar alguien? —Rápidamente se volvió a mirar a Rufus con una sonrisa de madre—, y no seas tú de nuevo quien le salve el pellejo a estos niños —Tenía la costumbre de referirse a todos los demás como "niños" por más que Sanna o Treste compartieran su edad (cosa que desconocía) —Chito, Nutria —murmuró entre dientes Thomas, divertido, aprovechando la catarata de palabrerías sin sentido de la directora—. Sé lo que hago, nena. No te preocupes —Y dicho esto, se volvió a Alejandro con el pulgar arriba, para indicarle que estaba tooodo bajo control. —... porque los años en realidad resultan poco si tomamos en cuenta —Sorbo— toodas las malditas cosas que sobrevivimos juntos, ¿o me equivoco? ¡Fue con ustedes que sobrevivimos esa maldita avería en el tren! —Lanzó una carcajada—. Y el incendio, mierda... No se lo olviden —Sorbo—. Cosa que por cierto, vale aclarar, no fue culpa de Derian. No, no, en absoluto. Así que, ¿saben qué? Hauffmann puede irse bien, bien a la —Sorbo— ¿Qué estaba balbuceando?
—Uzeil, si entramos en el circo, harás más que solo subirte a la moto —Lanzó una carcajada Lobelha, mientras comenzaba a girar, adentrándose en las hileras de la feria que seguían el contorno de la carpa—. BAILARÁS sobre mi moto, te lo aseguro. Y será el nuevo número —Se cubrió la boca para reírse, mientras con la mano libre, plasmaba la idea en el aire enfrente a ellos, como un enunciado de televisión— "¡UZEIL! ¡El equilibrista extremo! ¡Y Lobelha, la llama azul! Wow... Suena bien —Bromeó, inspiró y en una fracción de segundo su rostro de ceño fruncido se había vuelto hacia el chico y lo acusaba con el dedo— ¡Canalla! —Le pinchó el pecho con el dedo índice— ¡Nunca me dijiste de qué iba a ser tú acto! Ni si quiera UNA idea... Ya, ya mismo comienzas a escupir ALGO —Y le sonrió peligrosa.
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Post by ev7e on Sept 2, 2012 0:08:53 GMT -3
((NO PUEDO DEJAR DE REIR!! Pobre Matilda XD))
Rufus se tomó lo que tenia en su copa de un solo trago y luego volvio a servirse casi hasta el borde. Para entonces ya era puro sonrisas y "sí" a cada palabra de la directora del circo mientras contaba los contratiempos del pasado. La gitana abrió y cerró la boca un par de veces, sin emitir sonido alguno, impotente. Miró en dirección de Alejandro, como implorando un poco de orden apenas Matilda empezara con sus incoherencias. Tomó un poco del licor y dejo la copa casi llena en la mesa, peligrosamente cerca de la mujer. - Tendremos problemas si Hauffman la encuentra en ese estado- le dijo entre dientes a Thomás mientras le clavaba las uñas en la nuca, igual que a un gato travieso- oh, bien hecho. Recordemos el pasado todos juntos- solto sin poder evitar reirse ante sus balbuceos.- No estoy de acuerdo con esta nueva locura, pero si puedes contenerla de matarnos a todos, te ayudaré.- le aseguró viendo atónita la enrojecida cara del viejo mago.
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nitta
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Post by nitta on Sept 2, 2012 7:50:49 GMT -3
En su fuero interno, la situación le molestaba soberanamente. Hacía rato que había terminado el plato y ya estaba más por educación que por deseo propio por lo que, en un momento de distracción, agarró el brazo de Duke y ambos se largaron después que Fin se despidiera tanto de Treste como de Sanna. Observó a Matilda y la conversación con el resto y decidió salir airosa del lugar para respirar el aire exterior. Por muy asfixiante que pudiera parecer, le olió a las mil maravillas y toda la tensión pareció retroceder en su interior. Miró a Duke y no hicieron falta palabras y ambos se largaron a buscar a los otros compañeros para explicarles la situación y empezar a preparar la carpa principal para poder entrenar. Pero mientras andaban, observó a los dos "crios" pero sobretodo a la chica y la recordó de la plaza. Eran los aspirantes. ¿Qué hacían? Supo que no podría decirle nada a Matilda y menos en el estado en que estaba así que decidió ser cortes con ellos, llevándose con ella a Duke. -No hace falta que gritéis. También nos gusta el silencio y la tranquilidad- gruñó mirándoles.
Hauffmann ya hacía rato que se había retirado de la escena de la cafetería y ya arremetía contra las teclas de su portatil enchufado a una pequeña y ligera impresora finalizando las condiciones de varios puntos a tener en cuenta para el circo y para que Matilda les diera un vistazo para así poder aprobarlas. Observó con sumo detalle la pestaña donde tenía el otro documento word abierto y, tras finalizaron con los últimos estertores de aquel primer documento, guardarlo en "confidencial" e imprimirlo, se sumergió en ese otro documento. De sopetón saltó en la silla al escuchar el insistente y autoritario tono de su movil para luego gruñir y levantarse a por él. -Hauffmann -dijo malhumorado. -Señor, hemos recibido la autorización del banco para la subvención de los tres próximos años.-Informó. -Perfecto. Mandadme una copia al correo y la otra la dejáis en mi mesa, a mi regreso le echaré una ojeada en profundidad-contestó parcamente. -De acuerdo, Señor Hauffman.-Y colgó. Sin despedirse siquiera. Miró la pantalla del ordenador y deseó con todas sus fuerzas que Marine estuviera con él. Pero sabía que era imposible. Se mordió el labio inferior y, tras unos momentos pensativo, se volvió a sentar para seguir con ese otro documento que quería tener listo. Con Matilda nunca se sabía.
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Post by Milly on Sept 3, 2012 23:04:54 GMT -3
Con la copa que se mecía vacía de licor en su mano, Derian apreciaba la escena con una mirada de atónita sorpresa. No recordaba el rápido efecto que el licor podía llegar a tener sobre Matilda, casi tan potente como el que unos puestos más allá estaba desarrollándose en una risueña Hilaria que apoyaba con diversión el sentimentalismo de su directora, repitiendo las últimas palabras de cada nueva frase emitida. La gran diferencia recaía en que igual acción hubiera podido tomar la payasa libre del efecto de ninguna sustancia. Un débil titubeo en su mirada daría cuenta de no encontrarse ya tan seguro de que Thomas mantuviese la situación bajo control. —Con eso bastará —retornando a su expresión seria y ligeramente ceñuda, se aproximaría al lugar donde Nuria y el domador de leones murmuraban un diálogo que alcanzaría a oír al vuelo—. Si me permites, Matilda... —Junto a su copa vacía tomó cuidadosamente la de la aludida para llevarlas ambas al fregadero no sin antes permitirle el gusto de beber sus últimos sorbos. Lo que fuera que su compañero deseara hacer, no justificaba incrementar el carácter ininteligible con que la madura mujer comenzaba a balbucear. No tardaría en aclarárselo con una mirada amable que mantenía su apoyo en él, siempre que no decidiera exceder ningún límite.
—Sí, suena muy bonito —Uzeil rió a carcajada limpia, ofreciendo palmaditas al hombro de la muchacha como esperando bajarla de la nube altísima a la que hubiera ascendido—. Nada más procura recordar que esa fue una proposición tuya, y no parte de mi apuesta. ¿Vale? —estaba preparado a dar el siguiente paso, justo a tiempo para sentirse acorralado contra el dedo acusador de su socia. Él no lo había pasado por alto un solo momento. Pero decirlo en voz alta... lo cierto era que le causaba algo de vergüenza—. ¿Y qué sentido tiene que te lo diga ahora? —ligeramente ruborizado, tomó la mano con que Lobelha lo señalaba, y la cerró en un delicado puño para devolver luego el brazo a su dueña—. De todas formas vas a saberlo ahora, ¿no? Y ya te podrás reír todo lo que quieras. Otra vez algo lo detendría de dar el siguiente paso tras oír un regaño dirigido al joven dúo. Y al buscar su fuente Uzeil se encontraría con uno de los artistas de la plaza, estaba seguro, sin pasar por alto el encanto y atractivo que su rostro exponía ahora que no contaba con ningún tipo de maquillaje—. Lo... lo lamento. Lo lamentamos —balbuceó avergonzado, mirando de reojo a Lobelha, como queriendo hacerla responsable del alboroto—. Hemos venido... esto... por lo del circo... y lo del anuncio, la invitación... Todo el nerviosismo repentinamente volvía a surgir con un ímpetu contagioso.
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Post by bachi on Sept 4, 2012 1:22:51 GMT -3
((Pffff... Pero si Matilda lo está pasando de mil maraviiiiiiillas >x33))
Thomas escondió el cuello como una tortuga, subiendo los hombros cuando la mujer le clavó las garritas. Le dio escalofríos y sacudió las manos algo mojadas de champagne, sin olvidarse de mojarla un poquitito a ella de paso. —Eso, justamente eso decía, ¿ven? —Avivada por la energía de Hilaria (a quien Santiago intentaba en vano sacarle la copa de las manos escurridizas), Matilda ya se había embarcado en una sátira de oraciones sin sentido que los harían patinar y girar una y otra vez sobre lo mismo. Era así que no había notado la repentina desaparición de dos de los tres trapecistas. Al mismo tiempo que la directora continuaba hablando para un público adormilado, Thomas se inclinó hacia Nuria. No había podido tomar ni un sorbito y ya lo estaban regañando por su plan, así que se lo hizo saber picándole la nariz con el índice y sonriéndolo burlón. —Lo haré, no te preocupes —se rió por lo bajo—. Tú solo observa. —Hey, p-pero... —En ese preciso momento apareció Derian y Matilda vio como la copa se evaporaba de sus manos mágicamente— Pero mi copa... —Frunció el ceño y se llevó las manos a la cadera. Por suerte para el Señor del Fuego, Thomas entendió justo a tiempo su mirada y fue hora de llevar a cabo el plan. —Ante todos los sobrios presentes, juro solemnemente no volver a hacer esto nunca —Sonrió mientras sacaba una lapicera de un cajón de la cocina y un pedazo de papel. Despejó la mesa y garabateó casi ininteligible un pequeño texto—. Mati, mira aquí. Mientras te detienes a leerlo un ratito —Le habló dulce como un ángel—, yo y mis compañeritos te vamos a explicar en resumidas cuentas de qué se trata la idea que nos salvará de Hauffmann. Ya habiéndose olvidado de la copa perdida, la mujer sostuvo el papel entre sus manos y frunció el ceño. Alejó y acercó el papel de la nariz un par de veces. —Escúpelo ahora, Omaia. A la mierda. Repentinamente el tono de la directora volvía a ser tan estricto y recto como siempre. El aludido enarcó las cejas algo incómodo. —Puees... Es un acto. Sip. Eso. Pensábamos en unir de a poco los actos de Derian, el mío y el de Nuria. Ya ves... cambiándolos de a poco —La miró. Matilda le devolvió una mirada impasible—...Haciendo que parezca que, eh... Que cambia de a poco el show —Sonrió y le echó una mirada apremiante a Nuria y Derian.
No pudo replicarle, indignada, a Uzeil que nunca sería tan idiota como para reírse, a no ser que su acto fuera algo cómico. Cosa que la chica, por cierto, dudaba. No lo veía a Uzeil haciendo de payaso, a no ser que fuera una caja de sorpresas incandescentes y terminara por cerrarle la boca... Y ahora que se ponía a pensar, ¿qué carajo iría a presentar el chico? Se quedó un rato estupefacta pensando en una posible respuesta, y por eso no reparó en que el regaño de Fin se refería específicamente a ellos sino hasta que escuchó a Uzeil respondiéndole. El estallido de la chica fue inmediato. Lobelha sintió cómo se le erizaban los cabellos de la nuca y cerró con fuerza los puños mientras le devolvía una mirada hosca a ese bello rostro. —¡Pero si todo aquí alrededor es un hervidero de gente! —exclamó, obviamente a propósito, indignada (de nuevo). Extendió los brazos y señaló a su alrededor, la feria que rodeaba al circo y que de apoco comenzaba a hacerse más pequeña a medida se acercaban al terreno trasero de la carpa. Pero eso no evitaba que otra gente caminase también por allí, que hubiera niños gritando y que los vendedores hicieron incluso más escándalo. Aquella reprimenda no tenía fundamento, como tampoco el mal humor. —Venimos aquí, para tú sabes qué... ¡Y vaya recibimiento! —Gruñó— Si tanta molestia causan mis gritos, puedo volverme por donde vine y hacerle la vida a la señorita silenciosamente más agradable. Pero seguro que luego habrá que echar a toda la gente de la feria también —En cuanto soltó aquellas palabras arrebatadas se arrepintió y se le encogió el estómago, pero por fuera siguió como una roca. ¿¡Y si era ella quien los evaluaba!? Genial, Lobelha. Te has ganado un pase a la nada "¡y buena suerte!" pensó con amargura. Por lo menos esperaba que Uzeil quedara fuera de todo puntaje negativo, en su caso, no permitiría que nadie la tratara mal, fuese la reina del Nilo o la directora de Circus Maxium. Así que se mordió la lengua y puso pecho a lo dicho, hecha un manojo de nervios.
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nitta
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Post by nitta on Sept 4, 2012 5:47:26 GMT -3
Duke miró sonriente a Fin para luego mirar a esos dos y sonreír cómplice. -No pasa nada, solo que estamos algo alterados, eso es todo. Cualquier persona es bien recibida a Circus Maxium.-Les sonrió divertido.-Así que no hace falta sulfurarnos-dirigió una mirada a Lobelha para luego mirarles a ambos. -Ahora... mucho me temo que todavía no podéis dar la prueba pero sin embargo...-miró a Fin y ella se encogió de hombros- podeís pasearos por la feria hasta que se reclame vuestra presencia o, también, podeis acompañarnos, íbamos a preparar nuestro número.-Y de seguro, ya estaría la red preparada para su práctica. En ese momento se acercó uno y así lo confirmó. -¿Qué quereis hacer? -les sonrió divertido.
Lumiere, junto al pobre Jeremy que no había podido huir, puso los ojos en blanco boquiabierto y sorprendido. ¿Era eso lo que tenía guardado Thomas en la manga? Observó a Matilda y no le sorprendió verla totalmente sobria y tomando el control. Se derrumbó junto al "tullido" de guerra voluntaria y escondió su rostro a medias entre sus brazos cruzados. Había terminado de limpiar la primera ronda de platos y mientras se secaban, podía descansar igual que Sanna que estaba junto a Treste quien observaba divertido a Thomas, Nuria y Derian. Miró a Hilaria unos segundos para luego regresar la mirada a esos tres, interesado. Daría su opinión pero, ¿para qué? De momento quería pasar desapercibido. Totalmente.
(Si necesitan a Hauffmann avisen que le traigo en helicóptero supersónico para fastidiar a Matilda xD)
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Post by ev7e on Sept 4, 2012 22:07:38 GMT -3
Rufus se sirvió otro poquitito de champagne apenas la atención se centrara en los tres crios frente a Matilda. Sus mejillas ya estaban rojas y sus ojitos verdes algo vidriosos. -La idea es... - Nuria se movió un poco, colocándose ligeramente delante de Thomas y Derian, como si escondiera a dos niños traviesos lo que resultaba casi imposible considerando que los dos hombres eran más altos que ella. Tal vez si se empinara un poco...- la idea es pasar de acto en acto, sin pausas. Como si en un momento se mezclaran dos para volverlo uno.. ¿verdad?- preguntó mirandolos, para asegurarse de haber entendido bien lo dicho en el lugar de ensayo de las bailarinas- pero NO seria para hoy- recalcó para no alarmar más a nadie luego del accidente de Jeremy - necesitariamos ensayar mucho para que sea perfecto. Miró a Derian, esperando que agregara algo más, algo para terminar de exponerle la idea a la mujer frente a ellos y que esta no pudiese ni intentar un no de respuesta.
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Post by Milly on Sept 5, 2012 2:15:59 GMT -3
A Derian le costaría bastante trabajo contener la pequeña e inusual sonrisa que deseaba asomarse a su rostro tras comprobar el repentino cambio de actitud con que Thomas y Nuria confrontaban a Matilda ahora que se mostraba tan dueña de sus acciones como de costumbre. Sería en medio de esa diversión fuera de lugar que se encontraría acorralado por las miradas de sus compañeros. Entonces retornó a la seriedad de siempre al tiempo que intentaba desechar de su mente el presentimiento de que, si no tiraba la carta adecuada, el juego escogido estaría perdido. Carraspeó sin perder la concentración en lo que se proponía interponer. No sería la primera vez en el día que ofrecería aquel argumento—. En efecto, vamos a necesitar muchos tiempos de práctica, además de otras tantas horas para planear las estrategias creativas —en ese punto la frente del lanzallamas se vería surcada por unos cuantos surcos que daban cuenta de la delicadeza y verdadera importancia de la discusión—. Circus Maxium tiene una buena propuesta, Matilda. Pero será cosa de tiempo para que la monotonía de nuestro espectáculo comience a hacernos perder el público con que contamos hoy, si no comenzamos a presentar pequeñas variantes —comenzó a recoger más copas vacías. Someterse a la mirada de la directora sin hacer nada no era soportable por demasiado tiempo, menos cuando se adentraba cada vez a fibras más sensibles—. Además, se trata de un incentivo para nosotros, un nuevo desafío... un proyecto que reafirma nuestro compromiso para con el circo hacia la búsqueda de nuevas metas personales. —Se escucha todo muy bonito, familia —no habiendo reparado nadie en la discreción con que Hilaria se hubiera aproximado al grupo, acabaría encaramando cada uno de sus brazos sobre un hombro de la bailarina y el domador de leones, sorprendiéndolos por la espalda—. Pero me parece aberrante no haber considerado a los payasos. ¿Verdad que sí, Matilda? ¡Con todas las ideas que una tiene para aportar! —Lo siguiente fue una risotada atronadora. Al segundo inmediatamente posterior, la payasa se retorcía de risa en el suelo, sin dejar muy en claro si hablaba en serio.
Mediante murmullos ininteligibles, Uzeil había intentado en vano calmar el arrebato de molestia que se había apoderado de Lobelha. Y cuando ella acabó, el estuvo seguro de que estaban metidos en un problema... o lo creyó al menos hasta oír al acompañante de la joven. Entonces estuvo seguro de que ese era su día de suerte, y seguramente también el de Lobelha. Miró de reojo y con espanto a su socia tras oír la mención de una prueba, pero antes de tener tiempo para entregarse de lleno al pánico, la propuesta llegaría para aliviar ligeramente su ánimo, una vez más. —Me encantaría verlos ensayar —era como ya casi estar en el circo. La idea se trasparentó en sus ojos con un brillo de gran intensidad soñadora. Volvió la mirada a la joven de pelo azul para aguardar a su veredicto, sometiéndose a los mismos permisos de la chica que llegando al circo había cuestionado. No iba a obligarla a ir si no lo deseaba... y dado que su segundo encuentro con una de las artistas del circo no había sido del todo cordial...
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Post by bachi on Sept 5, 2012 18:54:59 GMT -3
((Kukuku >333 Hará entrada triunfal sobresaltándolos a todos))
La actitud del otro acompañante le cayó mucho mejor y Lobelha pudo suspirar y relajarse, dejando caer los hombros. Ahora que ya sabía que no la echarían de una patada del circo, estaba más tranquila, eso y el hecho de que a juzgar por las palabras del hombre, su malhumorada compañera no era quien los evaluaría. —Ush, yo también me disculpo —Lobelha puso una sonrisita algo incómoda y se rascó el hombro, nerviosa—. Es todo culpa del calor —se excusó e hizo una mueca de sufrimiento. No miró a Uzeil directamente, pero lo escuchó y ella estuvo tan de acuerdo que habría pegado un salto. ¿Qué otra persona en su sano juicio tendría una oportunidad como aquella? Aunque no entraran, ya podrían sumarse una discusión y un ensayo con gente del circo en el legajo, pensó recuperando las esperanzas. La chica no pudo responder en ese momento, sino que se puso a asentir con energía una y otra vez con una sonrisa radiante, indicando que estaría encantada, siempre cuidando de mantenerse alejada de Doña Gruñona. —S-sería genial —soltó al final, con la emoción de una niñita de ocho años.
A todo lo que Nuria dijo Thomas asintió con energía y la señaló completamente serio. "Ahá, ahá" "¡SÍ! Eso" eran algunas de las expresiones que lograba filtrar entre las palabras de la mujer que valientemente se había atrevido a interponerse entre Matilda y ellos... Y cuando Derian tomó la palabra supo que estaban salvados y el domador de leones puso una sonrisa idiota. Matilda escuchó a todo lo dicho sin quitarle los ojos de encima a quien hablaba. Pasó de uno a otro casi sin pestañar y con la hoja que Thomas le había dado todavía en la mano. La había leído mientras escuchaba a Nuria, decía algunas cosas estúpidas como: "Bajo este testamento firmado por Matilda Ivanés, con su firma adjuntada al final del documento, conservaremos la vida y bla bla bla" Pero cuando el Señor Obsesión de la limpieza terminó, con una solemnidad que era casi sorprendente, la mujer suspiró y abrió la boca, mientras le quitaba las arrugas al papel estirándolo sobre la mesa. ...Y sus palabras se las llevó el viento cuando Hilaria habló con un tinte de champagne en la voz. Lo siguiente que supo Matilda, fue que estaba mirando cómo la chica se despatarraba en el suelo para reírse. Santiago pegó un salto de la silla y estuvo por los pelos de caerse encima de la mesa. Se acercó corriendo con algo de torpeza para abrirse camino entre Derian y Thomas, ya que del otro lado de la mesa estaba Jeremy con el pie mal, y Lumiere queriendo "esconderse". El payaso no se animó a decir nada, pero hizo una mueca y miró a sus compañeros, ¿debía o no levantar del suelo a Hilaria? Thomas fue el primero en responder, y lo hizo sumando otro par de carcajadas. —Ay, dios mío —suspiró Matilda mientras firmaba el "preciado" documento de dudosa redacción—. Me gusta, me gusta que tengan ideas como estas y que no decidan tirarse el mismo día a hacerla —se aclaró la garganta, como obvia indirecta—. Y en cuanto a los payasos, eso no sé, payasa loca —Se rió, inesperadamente—. Háblenlo con Treste y cuando ya lo tengan todo arreglado, recién ahí me lo proponen a mí. No como este trío de cómplices —Se volvió a verlos—. La próxima vez, deberán intentar con algo más fuerte que el champagne, muchachos.
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Post by ev7e on Sept 5, 2012 20:19:40 GMT -3
Apenas Hilaria cayera frente a ellos, Nuria ayudo a Santiago a incorporar a la payasita que era pura sonrisas y palabras enredadas. - Yo te veo normal, Hil- le dijo con un guiño cómplice al dejarla en manos de su compañero. Dió unos mini saltitos, haciendo sonar todos los collares y pulseras que traia encima, cuando se dió cuenta que Matilda habia aceptado la propuesta. -Prometo hacerme cargo que el "eternamente niño" Thom- se burló con una risita dulce intercambiando miradas con Derian- no lo intente de nuevo. Pero hay que admitir que lo del papel fue buena idea y... ¡Papá!- exclamó de pronto al ver que Rufus ya se terminaba la botella de champagne. -Es solo una copita más- dijo en anciano mucho más feliz de lo normal. Tomó aire y empezó a cantar (algo desafinado) uno de los éxitos románticos que probablemente, cuando el tenia 15, ya era antigua- ¡Vamos, canten conmigo!- pidió dándo unas palmadas, arrancando risas de cascabel de la pequeña Rita- Matilda, no te hagas la loca. Yo te oí tararearla el otro día.
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Post by Milly on Sept 6, 2012 17:05:29 GMT -3
Derian asintió a la directora con un humilde gesto de vergüenza que apenas dejaba entrever la gracia que todo aquel suceso le producía, pero sí el agradecimiento sincero de permitirles probar algo distinto; había sido un riesgo todo aquello, pero uno que valió la pena. Devolvió la mirada que Nuria le dedicaba, encogiéndose de hombros con el mismo aire de animado desenfado, resultándole inevitable imaginar que en adelante tendría que hacerse cargo de ambos compañeros, si deseaba que sus sesiones de preparación para el nuevo espectáculo fuesen productivas... debería trabajar duro en su irrenunciable rol de conciliador al interior del equipo. —Bah, no importa —la payasa que pasaba de las manos de la bailarina a las de Santiago con un débil tambaleo intentaba incorporarse por su cuenta a la vez que agitaba una mano con un dramático desdén—. Los payasos podemos arreglárnoslas muy bien nosotros solitos. No necesitamos ser parte de ninguna mafia, ¿verdad, Santiago? —aún cuando las palabras se oían ofendidas, la sonrisa amplia se mantenía constante en el rostro risueño. Intentó seguir la canción que Rufus entonaba con la misma alegría burbujeante que a ella controlaba, pero era demasiado vieja como para conocerla, por lo que acabaría tarareando con el mismo tono desafinado utilizado durante el espectáculo de la mañana.
El muchacho tuvo que morderse el labio para no burlarse de la emoción imposible de ocultar con que su socia se adhería al buen recibimiento de la propuesta. Pero si debía ser sincero consigo mismo, también se sentía tentado a saltar de gusto. Barrió su entorno con la mirada, hasta que señaló la trayectoria hacia la cual creía la pareja de circenses se dirigía antes de tropezarse con ellos—. Es hacia allá, ¿no? ¿No tendrán problemas por permitir la entrada a personas ajenas al circo?
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Post by bachi on Sept 7, 2012 1:22:25 GMT -3
—Pfffff —bufó Thomas, recuperando su habitual compostura—. En realidad el que va a hacerse cargo (y hablo por lo dos) —Sonrió— va a ser Derian —Le dio un par de palmaditas de condolencia al hombre, sin dejar de mirar a Nuria, divertido como él solo—. Y no podés negar eso... Sin poder terminar la brillante contestación que tenía de por medio, se volvió para mirar a Rufus cuando la bailarina exclamó. En ese preciso momento toda "compostura" anterior se fue al carajo. El domador de leones estaba volviendo a reírse despatarrado, no tanto como Hilaria. La payasita era inalcanzable. —¡Ya escuchaste, Matilda! Oh, aparte —La voz de Hilaria lo hizo volverse— ya tenés compañía. Ya está —Soltó de repente, cruzándose de brazos—. Ya sé cuál será el próximo espectáculo —Le brillaban los ojos soñadores. —Todavía tengo el papel entre las manos, ¿sabes? —Matilda enarcó las cejas. —"¡El trío cantor! ¡Hilaria, Rufus y Matilda!" Mientras tanto Santiago intentaba en vano mantener en pie a Hilaria con tan solo una mano sobre el hombro. —Recuérdenme... —Frunció el ceño— no volver a servirle... más champagne a Hil —Cada pausa era un nuevo empujoncito para que su compañera no se cayera al suelo. —¡Ya ya ya! —exclamó de repente Matilda, zarandeando el papel en el aire— ¿Qué hora es? ¡Ya debe ser más de la una! Todos afuera, vamos, vamos. Los quiero ensayando a todos. Excepto a ustedes tres, luego irán con Treste —Señaló con el dedo a los payasos y a Rita. Se volvió a Jeremy—. Igual que a tí. Y tú menos, Rufus, te vas directo a la cama. Y Alejandro... tú tampoco. ¡ARGH! ¡Ya! Cada uno sabe lo que tiene que hacer.
Lobelha no esperó para responderle. Simplemente volvió lentamente la cabeza hacia Uzeil con una sonrisa de oreja a oreja. —¿Ajenas al circo, escuché? —Enarcó las cejas y chasqueó la lengua— ¿Pero a quién ves ajeno al circo por aquí? ¿Nosotros? Ahhh, pero nosotros —Se rió—... Nosotros no seremos completamente ajenos al circo hasta que fracasemos en nuestras pruebas. ¡Mientras tanto! Consíderate parte, socio. Con una felicidad radiante por la expectativa, comenzó a caminar justo a donde había señalado su compañero.
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Post by ev7e on Sept 7, 2012 20:53:27 GMT -3
-Pero si yo estoy perfectamente- dijo en un balbuceo enredado el anciano mientras se ponia de pie, apoyando su peso en el bastón y colocándose el sombrero de copa un poco ladeado-con su permiso, señoritas, me ire a tomar mi merecida siesta.. No, niña, que yo puedo solo- agregó cuando Nuria quizo acompañarlo- hayase visto tal cosa, un hombre de mi edad- salió, pero aun asi se le podía escuchar hablandole al viento- que necesite que lo lleven a la cama ¡Como un niño!..
-¿Deberia seguirlo, aunque sea de lejos?- preguntó Nuria empinándose un poco para ver por donde iba el abuelo. Salió del motorhome y avanzó un par de pasos. -Igual no puedo hacer gran cosa- dijo- Las gemelas y Savannah deben estar entreteniendo a la gente, al otro lado.
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Post by Milly on Sept 8, 2012 22:07:49 GMT -3
Hilaria tarareaba cada vez más fuerte, claramente entusiasmada ante la nueva idea de espectáculo propuesta por Thomas. Intentaba con persistencia apartar de su hombro la mano amiga de Santiago que se empeñaba en mantenerla de pie, perdiendo el equilibrio cada vez que conseguía librarse de ella... hasta que recibía otro empujoncito paciente del payaso. Al final, cuando Matilda diera por terminada la breve celebración, acabaría rindiéndose para abandonar su actitud de joven obstinada y recibir la ayuda ofrecida. —¿Y qué hay de mi ducha, Matilda? —alegó, tirando de sus coloridas ropas para mostrarlas a la directora. Habían secado casi por completo. Luego acercaría su rostro, que todavía llevaba las huellas difusas de la obra de arte dibujada por su compañero de funciones—. ¡Esto no es presentable! ¿Qué tipo de respeto puedo inspirar con estas fachas? —Tal vez el mismo que con cualquier otra, Hil... —Démian le dedicó una sonrisita débil, pero colmada de respeto y amabilidad. Estaba claro que las condolencias del domador de leones no lo habían afectado demasiado. No al menos de forma negativa. Caminó a buen ritmo hasta la salida justo detrás del anciano, de sus alegatos... y de su preocupada vigilante, sin molestarse en hacer anuncio de la retirada—. Debieras confiar un poco más en él —comentó a la bailarina cuando estuvo fuera de la cocina, y continuó con su camino. Sabía que luego de una pesada mañana de limpieza, solamente le restaba acudir a su lugar de ensayos de siempre.
—O por el contrario —objetó el muchacho con una sonrisa socarrona. Comenzaba a divertirse con aquellos episodios de discrepancia—, seremos completamente ajenos al circo hasta que aprobemos nuestras pruebas —revolvió apenas el cabello azul de Lobelha sin aminorar la velocidad de sus pasos, impaciente por el desplante de talento que estaba seguro comprobaría presenciar.
Dos gruesos portafolios se extendían sobre la gran superficie del escritorio. Se encontraban abiertos, ilustrando en sus primeras páginas unas fotografías reveladas recientemente: dos jóvenes pendientes de un espectáculo callejero eran los protagonistas de cada una de las tomas. —Son más jóvenes de lo que me había esperado —Berndard, que hasta entonces leía con silenciosa concentración el contenido de cada uno de los archivos, levantó su cabeza hacia el hombre que aguardaba de pie frente al escritorio—. ¿Sabe usted lo que eso significa, Dellamire? —No estoy muy seguro, señor... —el hombre vaciló en su lugar. —Significa que su voluntad será mucho más sencilla de manipular, Dellamire —su voz asimilaba un arrullo lento y peligroso, signo evidente de que una importante decisión estaba a punto de ser tomada—. Sin embargo, necesitaremos apoyo —cerró ambos portafolios, paseando su mirada por encima de sus portadas. Finalmente guardó uno de ellos donde no volvería a buscarlo durante un tiempo impreciso—. Puedes retirarte, Jean. Has hecho un buen trabajo.
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nitta
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Post by nitta on Sept 8, 2012 22:32:44 GMT -3
Una vez llegaron a la carpa, ni tiempo tuvo de ver a los tres leones que ya estaba encaramándose por la escalera a lo más alto. Arriba, uno de los ayudantes del show ya aferraba un aro para ella. Llegó arriba, la ayudó a sentarse y enseguida estaba sobrevolando el vacío a sus pies. Empezó a columpiarse cuando el aro quedó más o menos estático y, cuando lo tuvo a buena velocidad empezó a balancearse en el aro hasta que logró ponerse en pie y hacer algunas piruetas por él. Duke ya estaba del otro lado, aguardando y asegurado. En una de esas, empezó a hacer volteretas pero se resbaló, cayó y fue a dar a la red donde rebotó varias veces. Duke bajó hasta ella y se acercó. -No estas concentrada. -Estoy cabreada.-Gruñó. -Tienes que concentrarte. -No puedo. Maldita sea. -Cierra los ojos, cierra los ojos y déjate llevar. Estas furiosa pero los aros no tienen la culpa. Mira, sé lo que haremos.-Le sonrió.-Tú quédate aquí balanceándote y yo me llevo a los dos mirones aparte, ¿vale? -le sonrió-o quizás a ver a Matilda.-Le sacó la lengua- y luego regreso a ver como estas. -Vale. Duke se acercó al borde de la red y se descolgó de ella hasta que tocó los pies en el suelo y se soltó. -Vosotros dos conmigo, vamos, seguidme.-Les medio ordenó a Lobelha y a Uziel empezando a andar fuera de la carpa. Una vez se vio sola, regresó al aro para buscar relajarse.
El ascensor se abrió y enseguida un chofer fue a buscarle con la intención de llevarle al enclave de Circus Maxium. Una vez llegaron -después de atravesar el tránsito romano- se acercó al primer feriante que encontró y le pidió que fuera a buscar a Ivanés y este enseguida corrió personándose en la puerta de la cocina. -Hauffmann está aquí.-Advirtió, serio.
(Y sí, regresó xD)
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Post by bachi on Sept 10, 2012 1:44:56 GMT -3
((Ven a nosotros inspiración, vennn. VENN *zapatea* Ese "Hauffmann está aquí" revolucionará un poquitito todo))
—¿Seguirlo? Nah, ¿para qué? Thomas había aparecido repentinamente al lado de Nuria, aunque en realidad no tanto. En cuanto Matilda dijo lo que tenía que decir, y con el documento que los declaraba libre de toda culpa ya dentro de su bolsillo, el domador de leones se había dejado llevar por la rutina parsimoniosa que volvía de a poco al circo y bajó del motorhome casi dejándose caer. Había escuchado todas las preocupaciones de la bailarina mientras se alejaba de la cocina, pero incluso desde ahí le había llegado la valiente queja de la payasa. En ese preciso momento estaba junto a Nuria, con una sonrisa adormilada en el rostro luego de la panza llena, y los bolsillos encastrados en la bata. El sol pegaba con fuerza ahí donde no había árboles, pero Thomas no pareció notarlo. Lo que sí notó, en cambio, era que Derian se les estaba escapando. Pero no lo dejó ir lo suficientemente lejos. —¡Epa! ¿Y tú a dónde crees que vas? No vaya a ser que nuestro noble Derian se nos vuelva doblemente traidor —Bromeó el hombre mientras detenía el andar del escupe-fuego con una mano en el hombro. Lanzó una carcajada—. Bromeaba, bromeaba. En lo que sí no bromeo —Pasó zumbando junto a ellos el gordo simpaticón del puestito de algodón de azúcar. Thomas se volvió a mirarlo—... es en que tengo planeado —El barrigón estaba hablándole a Matilda. Parecía ¿incómodo?—... que pasen tiempo con mis leones así... —El barrigón ya no decía nada—... los conocen mejor. Oigan, ¿qué mierd... No llegó a preguntarlo. En ese preciso momento les llegó de la cocina un grito que Matilda se encargó de que llegara al cielo. Una linda blasfemia suelta sobrevoló el aire y el domador de leones parpadeó. —Ouch.
A pesar de todo lo "enchampagneada" que Hilaria pudiese estar, Santiago estaba de acuerdo con la queja propuesta por su compañera. Todavía vigilándola para que no cayera de traste al suelo, se volvió a la directora de Circus Maxium con una mirada ceñuda pero respetuosa. —A decir verdad, creo que tiene razón. La mujer se pasó una mano por la cara. —Fin pudo bañarse —continuó el payaso amargado—. Nosotros no tuvimos tanta suerte porque otras tareas nos llamaban. Nos merecemos un buen baño —Enarcó las cejas y se inclinó hacia delante. Descontando aquello, su rostro parecía inexpresivo. Pero Matilda ya lo conocía, así era como Santiago "exigía" —Dios. Mío. MUY bien, muuuy bien —Matilda suspiró exasperada—. Vayan, háganme el favor de desaparecer de mi vista y bañarse. Rascarse la cara con las esponjas hasta que les salga piel de bebé, porque de lo contrario —Sonrió— no los quiero ver... ¿Qué carajo sucede, Tito? Matilda nunca se acordaba del nombre del simpático dueño algodonero, y por eso ella le decía "Tito". Pero esta vez la aparición de Don Tito no le agradó en absoluto. ¿Por qué todo tenía que suceder a los tropezones en ese bendito circo? A todo el mundo parecía caerle bien la idea de aparecer súbitamente para dar, lo que parecían, malas noticias. Y sus sospechas se confirmaron. Lo que menos le agradó fue lo que dijo. Casi pareció que escuchaba las palabras salir de la boca del calvo barrigudo en cámara lenta. "Hauffmann está aquí" Puteó, oh sí que puteó. Por suerte para los payasos, Santiago había tenido el instinto de alejarse inmediatamente del lugar, salir de la cocina, y dirigir a Hilaria afuera con él. —Un habano —A Matilda le temblaban las manos—. Quiero un jodido habano.
—¿Pero qué eres? —Exclamó Lobelha con una sonrisa indignada en el rostro— ¿Un pesimista? ¿Acaso Uzeil todas las mañanas cuando se levanta ve los vasos medio vacíos? —Se rió hasta que le revolvió el cabello y ella se tomó la libertad de pincharle el hombro con un dedo índice altivo, en venganza. Fue una lástima que tan solo pudieran ver lo que la chica clasificó como "El ensayo más corto del universo". No hubo pero que valga. Con las quejas a medio decir, todavía no digeridas, se desperezó y siguió a Duke a regañadientes cuando él se acercó hasta ellos, arrastrando los pies. —¿Sabes? —dijo en voz alta— Todavía ni sabemos tú nombre y ya vas tirándonos órdenes por ahí —La chica bromeó entre risas, pero a los segundos se inclinó hacia Uzeil para cuchichearle— ¿A dónde miércoles nos está llevando ahora?
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Post by ev7e on Sept 10, 2012 8:22:27 GMT -3
-Claro que confío en él... Pero no en ese estado- le dijo Nuria al lanza-llamas antes de que este se alejara un par de pasos para ser arrastrado nuevamente por Thomás y sus ideas. De todas formas la pequeña broma del domador y lo que proponía acerca de pasar tiempo con los leones la hizo olvidarse de "vigilar" al viejo mago y se concentró en sus dos compañeros suicidas. Thomás apenas y habria mencionado lo que a la bailarina le interesaba cuando esta pegó un grito de alegría y los apachurró a los dos comó si fuesen tortugas de peluche. -gracias,gracias,gracias- repetia con el rostro iluminado por la dicha. Vio al vendedor de algodones entrar corriendo al motorhome, pero no le dió mayor importancia hasta que a Matilda se le escapara la palabrota. Apenas y se giró (aun rodeando a Derian y Thomás con los brazos) en dirección de la voz de la mujer. -Eso... No esta bien- susurró.
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nitta
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Post by nitta on Sept 10, 2012 18:48:22 GMT -3
-Duke-se obligó a sí mismo a contestar con educación-no busquéis nombre real, es mi nombre.-Informó solo por si acaso.-Y ahora iremos a ver a la directora del Circo para que decida cuando haceros la visualización.-Explicó.-Si me seguís.
Hauffmann aguardaba a la entrada sin moverse apenas, observando el trajín de gente, los feriantes y de tanto en tanto vislumbraba algún que otro miembro del circo pero de Matilda Ivanés, nada de nada y empezaba a mosquearse enserio. De todas formas debía reconocer que se sentía como el niño que un día fue junto a su padre y su madre a ver el circo. La misma expectación en la boca de su estómago ante lo que iba a acontecer en unas horas en el interior de aquella carpa circular. Evidentemente se guardaría mucho de hacer comentario alguno sobre su sensible pensamiento.
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