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Post by ev7e on Feb 13, 2014 19:44:02 GMT -3
-Sí- contestó al instante regodeándose con la cara de horror que traía Tatiana, pero que se vio forzada a ignorar para centrar toda su atención en Taz mientras Sawyer emitía algo así como un ronroneo. -¿Y Castorcito? -Él puede esperar- gruñó Lola poniéndose de pie, dándole una mirada feroz a la pantera y solo por si hacía falta también a su compañera- Y tú cambia esa cara, te conozco. Tú querías hacer algo divertido esta noche, aquí está tu salida- señaló al chico- no es la mejor…ni la más atractiva- agregó solo porque sí luego de una rápida evaluación- pero es algo.
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Post by bachi on Feb 15, 2014 18:08:07 GMT -3
Tatiana alzó los brazos. —Como quieras, Valmont. Pero que quede claro: En cuanto eso que llamás “diversión” se nos de vuelta y nos pegue en el culo, tengo total permiso de pasar a los juegos de mano… —Qué chicas traviesas —dijo Taz y ladeó la cabeza, expectante. —… Aunque eso signifique arrastrarte de los pelos de vuelta a tu casa y patearle las bolas a tu simpatiquísimo nuevo amigo —continuó la chica. Taz soltó una frívola carcajada forzada mientras Tatiana daba por finalizado su discurso. Muy pacientemente, rodeó a los otros dos y se subió a Martes. El oso la había estado esperando casi en el primer instante en el que la había sentido a penas irritada. —Espero que corras rápido, idiota. Los hombros del oso polar debajo de ella se movieron rítmicamente. —Somos dos —rió por lo bajo la gruesa voz de Martes. —No hace falta hacerse rogar. Lola, ¿por qué no le pides a tu humilde sirvienta que me lleve? No les conviene dejarme atrás, podrían confundirlas con gente de clase alta, oh santo cielo. Los dos la miraban, Taz sonreía. La mirada de Tatiana dejaba entrever perfectamente lo que pensaba por dentro, no hacía falta mucha comunicación verbal para eso: Tu idea, tu problema.
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Post by ev7e on Feb 15, 2014 19:26:08 GMT -3
-No será la primera vez que me obligues a regresar a casa por la fuerza- se encogió de hombros, montándose en Sawyer. Y estuvo a punto de agregar algo más hasta que, por primera vez, le importó algo de lo que Taz decía. La pantera gruñó y flexionó las patas delanteras dispuesta a lanzarse sobre el primero que cruzara la linea imaginaria cuya ubicación solo la conocía él mismo. -No puedes tocar a su daimonion- dijo Lola con cierta ferocidad, plantándose delante de Tatiana y Martes, interponiéndose entre ambos muchachos con los brazos cruzados- Ni siquiera te vas a acercar lo suficiente para que Martes pueda darte una olisqueada- gruñó- Tienes piernas ¿No? ¡Felicidades! Vas a usarlas. Ve adelante y camina junto con tu asquerosa rata.
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