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Post by ev7e on May 13, 2013 21:13:11 GMT -3
La muchacha rodó lo ojos con hastío, pero con una sonrisa casi sádica en los labios. Salió al corredor, segura de que Sawyer cerraba la puerta con su larga cola negra y ambos se dirigieron hacia la escalera. Ella dando pequeños saltitos silenciosos y él, agazapándose en los rincones. Como si pensara que nadie lo había notado. -No creo que sea buena idea- le repitió, aunque no por eso dejo de avanzar- la última vez me echaste la culpa del moretón...cuando fuiste tú la que se tiro de panza sobre el césped y ahuyentaste al pajarito. -Deja de quejarte- le sonrió toda radiante- Ahora le echare la culpa a la perra rabiosa. Oh Tati - canturreó cuando estuvieron en el corredor, escuchando claramente la conversación de sus padres- ¿Ahora que hacemos? Imagino que tendras algun plan brillante bajo esa no tan bonita ropa.
Diego miró a su hermano directamente desde que empezó la conversación. Sus padres habian dejado de hablar en la otra habitación y se acercaban a la pequeña sala. -No desesperes- le dijo Nicolás sosteniendo el teléfono con ambas manos- Ahora no podemos hacer nada. Es tarde y peligroso...creo que hay grupos de personas que estan tomando el asunto en sus manos...pero no saldra bien. Ellos- se refirió al gobierno- deben haberlo previsto. Solo noto la mirada de su hermano cuando su madre ahogo un sollozo en la entrada. -tengo que cortar, lo siento.
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Post by nitta on May 24, 2013 7:27:32 GMT -3
((Aaaaaaaaaaaaaa ver. Mozitas xD))
((Voy a poner aquí la explicación. Con lo que pude ver y leer (tanto en la peli como en el libro) los daimonions hablaban con sus humanos (o egeos en este caso) y ya. A veces hablaban con otros daimonions pero nunca con el humano... No sé >< Es algo difícil de explicar si no se tienen referencias exactas xd))
-Vale, cuídate.-Le contestó y colgó al tiempo de voltearse y ver a sus padres juntos.-No nos iremos, ¿cierto? -preguntó, mirándoles suplicante con los ojos. -Hemos hablado largo y tendido y tenemos que contarte algo, Ada. -Empezó el padre yendo al comedor. Ella les siguió intrigada con Ariat sobre los hombros. Se sentó y les miró a los dos, espectante. -Ada... antes de conocer a tu padre yo...-empezó la madre mirándola- era cristiana. Me pasé al judaismo para poder estar con él y eso... -suspiró- conllevó que mi familia me echara de casa y dejara de reconocerme como hija legítima. -Tomó aire.-Lo pasé muy mal pero ya te llevaba en el vientre y... tú me diste fuerzas para seguir adelante con mi decisión. -Hemos decidido que nos haremos cristianos, Ada.-El padre miró intensamente a su hija y cuando esta fue a replicar, con un sencillo movimiento, la detuvo.-Nos haremos cristianos y aparentaremos ser cristianos para defender nuestros derechos, para defener aquello en lo que un día creímos, Ada. -Sonrió, junto a su esposa, al ver como los ojos de la hija se abrían cada vez más y más a la par que su sonrisa se ensanchaba aunque enseguida se esfumó. -No sé nada de los ritos cristianos y... -Aquí.-Le dijo el padre poniéndole un dedo en la frente.-Este es el único lugar donde podrás ser libre. -Se agachó quedando acuclillado para poder verla mejor.-Nadie puede invadirte aquí dentro y aquí dentro, cuando estemos en la iglesia... podrás rezarle a él. Y él sabrá escucharte.-Le sonrió.
Rim enseguida fue a agarrar con sus dientes -aunque suave- a Ciril para juntarla con la joven de nuevo. Luego se juntó a Mike y se quedó observando. -¿Estás bien? -le preguntó ayudándola a levantarse- ¿te has hecho da...? -pero no pudo hablar mucho que enseguida la arrastró a un portal ocultándose en las sombras mientras un grupo de soldados pasaban por el frente corriendo sin verles.-¡¡TSK!!! -chasqueó la lengua una vez estuvieron a salvo y los soldados hubieron pasado.-¿Qué narices pasa en esta ciudad? -Quejó. -No lo sé pero todo es muy raro...-apunto Rim mirando por donde habían venido todos. Mike miró a la chica.-Sé un lugar seguro, ¿confías en mí? -Su estudio en esos momentos sería el lugar más seguro de toda la ciudad pues nadie sospecharía que él estaba ahí con una persona conflictiva. Una persona conflictiva que le sonaba de algo pero no estaba seguro de qué.
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Post by bachi on Jun 2, 2013 23:48:23 GMT -3
((Se entendió bien igual :33 Martes y Sawyer pueden hablar entre sí, pero no Martes con Lola por ejemplo <3))
—Escuché eso de perra rabiosa, Valmont. Y estuvo de más, rata asquerosa —Entre risas, Tatiana asomó la cabeza por el pasillo en dirección desde donde les llegaban las voces de los padres de Lola, mientras Martes había retrocedido sobre sus pasos para recuperar algo de la habitación. Prácticamente, pensó la chica al observar a los dos adultos, podrían haber sido padrinos de ella, ambas familias se conocían desde hacía tanto tiempo (aunque no solían conversar y juntarse a menudo) que si las situaciones hubiesen sido otras, tan solo para mantener la clase alta unida, sus propios padres les habrían pedido a los Valmont el "padrinaje". Cuando estuvo segura de que el terreno era seguro para hacer aparición, sin contestarle directamente a su amiga, Tatiana avanzó entre bostezos y sonrió. Como siempre, la expresión no le alcanzó los ojos, pero esta vez podía simular simple cansancio y quedaría perfecto. —La cena estuvo excelente, señora Valmont. Le agradezco. En casa me habrían matado de hambre —En ese preciso momento el oso polar apareció oportunamente, llevando plato, cubiertos y vaso entre las fauces con una delicadeza increíble y en dirección a donde sabía estaba la cocina—. Disculpe si le dejo los trastos sucios, es que me regañarán si llego tarde. ¿Les molestaría que Lola se quede a dormir en casa? No quiero abusar de su hospitalidad y en casa me reclaman hacer acto de presencia —se rió. Solo llamaba por su apodo a Lola cuando hablaba de ella con otras personas. Para Tatiana Lola nunca sería "Lola"—. Así no tendría que caminar sola a esta hora y además es siempre bienvenida. Tengo que ayudarla con unas tareas de los Talleres, mataríamos varios pájaros de un tiro —Se encogió de hombros y se volvió a la chica que le pisaba los talones. Una sonrisa que pretendía esconder la carcajada se le formó en el rostro, a sabiendas de que los padres no llegarían a verla— ¿O no, Lo-la?
En cuanto estuvo junto a su egea, Siril alzó la cabeza y agradeció tímidamente el gesto al chacal que le era completamente desconocido. No duró ni cinco segundos más en el suelo, cuando se deslizó por la pierna de la muchacha para volver a esconderse en el cuello, de nuevo con forma de rana. Mientras tanto, Brou estaba aturdida. Sentía la piel fría de Siril temblar cerca de su oreja y le dio un escalofrío, y no se animó a pronunciar ni una palabra sino hasta que comprobó con sus propios ojos que el grupo de soldados había ya pasaba delante de ellos sin distinguirlos. —P-pues... —se trabó. Iba a responderle qué estaba sucediendo pero su propio daimonion ya había intercedido por ella y se mordió la lengua. Procuró pasar lo más desapaercibida que pudo, sintiéndose una completa idiota, hasta que volvieron a reparar en ella. La pregunta la sacó completamente de contexto. Brou y Siril intercambiaron una mirada. —No —respondió la chica y se le acercó. Se quitó la capucha. Tenía una sonrisa pequeña en los labios—, pero te debo una grande y puedo mantenerte al tanto de las últimas noticias para pagar la deuda. Yo te sigo —asintió.
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Post by ev7e on Jun 6, 2013 20:32:09 GMT -3
Apoyados contra la pared, Sawyer y Lorelaine escuchaban la petición de Tatiana y mientras uno examinaba los posibles gestos del Sr. Valmont, la otra hacia su trabajo vigilando a la esposa. No le devolvió la mirada a su amiga, sino que formando una casi sincera sonrisa se dirigió a ambos adultos. -Estamos aburridos aquí dentro- dijo encogiéndose de hombros y acariciando tras las orejas de la pantera- Y creo que podría darle una ayuda con lo que necesite, después de todo…Sawyer destruyó mi maqueta y no pienso armar otra. -Pero…chicas, ya es muy tarde. Podría telefonear a tu casa para que pases la noche aquí- sugirió la señora Valmont mirando a la simpática amiga de su hija. -Vamos, Susan. Deja que las chicas salgan- apoyó su esposo al tiempo que la sujetaba de la cintura y la juntaba más a él- Así nosotros tendríamos la casa sola- agregó en un intento de susurro que llegó a oídos de Lola y casi le provocan arcadas. -Y así llegó Junior Valmont-gruñó la pantera. -Tal vez deberíamos acompañarlas… -Mamá- se apresuró en rodear a sus padres por los hombros- Tati y yo ya no somos niñas de 11 años. Su casa queda muy cerca de aquí y todavía tenemos tiempo de llegar…además ¿Qué podría sucedernos en un lugar como este? Mientras hablaba, Sawyer se pegaba más a Martes. Juntos eran un poco más grandes que el sofá familiar donde habían estado sentados los Valmont. -Y no es como si esos dos- señaló a los daimoniones, uno de ellos mirando con brillantes ojos verdes como los de la egea- fueran del tamaño de un ratón, intimidarían a cualquiera. -¿Susan? -Esta bien. Vete con tu amiga…¡y abríguense!
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Post by nitta on Jun 10, 2013 3:04:59 GMT -3
Una vez en el apartamento prendió todas las luces y la dejó pasar al interior para luego cerrar la puerta. Suspiró. -Me llamo Mike Aldab -se presentó- y acabo de llegar de viaje. ¿Qué ocurre aquí? -le preguntó mientras conducía a su invitada hacía el salón. Aquello tenía olor a cerrado y Mike abrió una de las ventanas para qué se renovara el aire mientras Rim le observaba un poco apartada. Una vez hecho se volteó y la miró.-¿Puedo saber el nombre de quien salvé? -le preguntó sentándose encima de la mesa del comedor. Había cambiado mucho en todo el tiempo que había estado fuera.
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Post by bachi on Jun 17, 2013 0:02:05 GMT -3
De haber podido, Martes habría enseñado una sonrisa colmillosa enorme y cariñosa tan solo para hacer hincapié en las palabras con las que Lola se había referido a ellos. Pero no fue necesaria por suerte, habían conseguido una respuesta positiva sin mucha necesidad de lloriqueos de por medio. Bien. Tatiana fue rápida. —Gracias, señor y señora Valmont —se acercó a saludar a cada uno de los adultos con un beso fugaz en la mejilla de "niña-buena-que-da-las-buenas-noches", y se dirigió disparando a la puerta de entrada que abrió sin esperar, seguida bien de cerca por el oso polar que corría a su egea— ¿Lista, Lola? No te olvides la campera, corazón. Hace un poquito de frío afuera —La chica ensanchó la sonrisa.
Había tenido que salir pitando, volando del lugar. Corriendo entre un grupo que huía tanto como él, Tas evitó pensar directamente en lo que acababa de ver frente al establecimiento. Sentado en sus hombros y sujetándose desde las orejas con sus manitas negras, Dieb no dejaba de echar miradas rápidas y nerviosas hacia atrás, solo de vez en cuando se asomaba para comprobar la expresión del muchacho. —¿Tas? Tas, el corte en tu frente parece feo... —soltó tímidamente el mapache. —¡Ya lo sé, Dieb, ya sé! ¿Quieres hacerme el favor de dejar de tirarme de las orejas? Siento como si fueran los estribos de un caballo... Además, el golpe es lo que menos me preocupa ahora, cabeza de chorlito. El daimonion bajó las orejas e infló las mejillas como un niño. —Tu padre y tu hermano... —¡Sí, Dieb! ¡Ahora no hablemos de eso! En cierto momento de la carrera se separó del resto del grupo para evitar a los soldados que les pedían desde atrás que se entregaran, que se detuvieran o abrirían fuego. Le ardía el pecho, prácticamente había pasado toda la noche corriendo, pero ni pensaba en detenerse hasta que por lo menos dejara de escuchar el zumbido en los tímpanos producto de las explosiones. El cómo le haría entender a su madre que su padre y su hermano estaban siendo rehénes de un gobierno que se negaba a dejarlos marchar hasta que firmaran en acuerdo a su sistema político, escapaba a su entendimiento. Lo que sí supo Tas, mientras cerraba los puños con fuerza para evitar caer en la desesperación, es que de una u otra forma les haría conocer a esos miserables su propio punto de vista.
Brou tardó en entrar. Se quedó en el pórtico de la puerta, fisgoneando desde el pasillo hasta que el chico encendió toda las luces del ambiente. De a pasos tímidos se decidió al fin, cuando un par de puertas de los demás departamentos se abrieron cerca de las escaleras y la pusieron en alerta. De todas formas, tardó en responder. —Mike Aldab —repitió mientras se paseaba por la habitación, mirando todo cuanto podían captar sus ojos. Siril, escondida a la sombra de su cuello, asomaba la punta de su nariz—. Acabas de llegar de viaje. Vaya... ¿de verdad no sabes nada, nada de nada? —Le preguntó esquiva, mirándolo extrañada. Volvió sobre sus pasos para tomar asiento en uno de los taburetes de la cocina. —Mi nombre es Brou, puedes decirme así. ¿Puedo tomar un vaso de agua? —preguntó. —Mike Aldab —reflexionó Siril en un murmullo, como si compartiera un pensamiento con su egea—. No creo recordar a nadie con ese nombre. —No soy quien para decírtelo todo porque sé muy poco, Mike. Pero al parecer Caldox decidió hacerse con todo el poder del país y echar a los que no están de acuerdo.
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Post by ev7e on Jun 19, 2013 20:41:16 GMT -3
Con una sonrisa complacida, de esas que los hijos únicos están acostumbrados a dar cuando les cumplen el capricho, Lorelaine Valmont se despidió de sus padres. Se metió dentro de la campera azul índigo colgada en el perchero de la puerta y sujetó su cabello en un apretado moño justo encima de su cabeza, como si fuera una especie de antena. -Pareces niño- rio la pantera cuando cerraba la puerta con la larga cola. -Y tú un gato demasiado grande para su caja de arena- le contestó ella cruzando el jardín para darle el alcance a Tatiana, muy consciente (para su pesar) de que el daimonion tenía toda la razón-¿Y ahora qué, genio?- se dirigió a la otra muchacha- ¿Tienes algún lugar en mente que no sea tu cita de San Valentín? Sí, yo también me entero de cosas extrañas- le guiñó un ojo con la burla dibujada en el rostro- Como sea…Aunque te parezca sorprendentemente inusual, quisiera saber cómo se encuentra cierta persona- desvió la mirada solo un segundo hacia la pulsera de cascabeles- y no es castorcito-le aclaró.
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Post by bachi on Jul 12, 2013 21:06:02 GMT -3
Una vez libres y una vez afuera, Tatiana escondió el cuello en el abrigo de lana y miró a ambos lados de la calle, la desolada calle que se presentaba ante ella y su oso polar. Era una noche fresca, no podía decir que se moría de frío porque no era friolenta, pero ciertamente el aire nuevo le había dado un par de escalofríos. Cuando Lola y Sawyer salieron, la chica bajó los peldaños del pórtico y abrió la reja para dar un par de pasos silenciosos justo al medio del asfalto. Había abierto la boca para hacer algún comentario sobre el vacío del vecindario pero se mordió la lengua al escuchar las palabras que la lengua chismosa de Lola había soltado. Entrecerró los ojos y se volvió a mirar a la bruja. —¿Cita de San Valentín? —evidentemente no quería ni hablar al respecto. Martes se había recostado sobre sus patas traseras y esperaba impaciente a que las dos egeas tomaran iniciativa— ¿Me lo pregunta a mí la que pretende saber cómo se encuentra su horda desesperada de pretendientes? Oh, sí, cierto: Solo quiere saber cómo está uno en particular —Tatiana esbozó una media sonrisa burlona y bufó. Dos palmaditas en la nuca fueron suficiente para decirle al oso que se pusiera de pie y le hiciera de corcel por esa noche—. Vamos a ver cómo está tu "no-castorcito", Valmont. A mí nada me apresura.
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Post by nitta on Oct 24, 2013 14:06:29 GMT -3
Se bajó de la mesa y fue a servirle un vaso de agua y él se sirvió otro, mirándola, mientras la escuchaba. A sus pies Nim se tumbaba, mirandoles sin perderles de detalle. -Quienes no piensan como él...- indagó, pensativo- no sé ni quien es Caldox.-Quejó agachando la cabeza abrumado. Se liberó las rastas de la coleta y bufó, al parecer molesto, mientras se rascaba la cabeza con fastidio.-Bien, Brou. -Se masajeó la sien, cansado.-¿Hubo elecciones recientemente? -le preguntó, mirándola mientras Nim se subía al regazo de Mike y este la abrazaba para que no cayera.
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Post by bachi on Oct 31, 2013 2:43:34 GMT -3
Tatiana ya no iba a trote ligero y elegante sobre el lomo de Martes. Ahora la chica estaba reclinada sobre el pelaje grueso del oso, aferrándose a su pellejo con una sonrisa vehemente que podría haber intimidado fácilmente a algún desprevenido que hubiese tenido el infortunio de cruzárseles por el camino. Lo prioritario ahora, era ganarle la susodicha carrera que le había propuesto a Lola luego de comprobar, no sin algo de extrañeza, que todas las calles, normalmente concurridas ese especial día del año, estaban vacías y completamente silenciosas. Solo desde el centro de la ciudad, mucho más lejos parecía escucharse ruido, tal vez alguna especie de fiesta que estuvieran celebrando las familias como la suya propia o los Valmont, aquellos que tenían buenas y recientes noticias que celebrar. Por eso cuando giró en la esquina, una curva tensa y relampagueante, cuando finalmente había conseguido llegar a destino y una gota de sudor le resbalaba por la frente, no fue capaz de prevenir lo que se les vino encima. —¡Eh! —A lomo de Martes, Tatiana giró la cabeza como en cámara lenta, siguiendo los movimientos agitada y obnubilada por la reciente carrera— ¡Lola cuid...! Cerró los ojos en el momento justo y preciso del choque. —Ouch —soltó Martes, atreviéndose a mirar qué había sido de Sawyer. El chico que acababa de chocar con su amiga se echó hacia atrás de un salto como una liebre perseguida y se cubrió la boca con el antebrazo. Sobre su cabeza había un mapache, que se aferraba de sus orejas como si de eso dependiera su vida. —¿¡Qué mierda hacían!? —exclamó, obviamente irritado— ¿¡No miran por dónde caraj...!? Pero no siguió despotricando. Su mirada se había detenido en la chica que yacía junto a la pantera y entrecerró los ojos mientras intentaba ponerse de pie. —Esperen un minuto... Yo te conozco. ¿No ibas acaso a arquit...? ¿¡Qué diablos sucede contigo!? Taz nunca había logrado terminar su pregunta porque, mientras los otros dos se recomponían del golpe inminente, Tatiana en silencio había bajado de Martes y había avanzado hacia el recién llegado. Con un tirón del cuello de su ropa lo había puesto de pie y no le había dado oportunidad de soltarse. El mapache sobre la cabeza del chico gruñó hasta que el oso polar enseñó la dentadura. —Lo haremos rápido: ¿Lo conoces o no, Valmont? —preguntó Tatiana, sin apartar la mirada del sujeto.
Cuando Mike mencionó que no conocía a Caldox, Brou tuvo que hacer un esfuerzo por no escupir el agua. Al contrario, se la tragó y tosió un par de veces, enrojeciendo las mejillas. —¿¡Que no sabes quién es Caldox!? ¿En qué mundo vives? ¡Más bien en qué mundo estabas! —Como si reparara en que estaba siendo demasiado permisiva con un recién conocido, carraspeó y jugó con el vaso vacío entre las manos. —Brou... Siril le siseó a la muchacha en el oído, insistiéndole. Cuando al fin pareció decidirse a seguir su relato, la chica mecánicamente su puso de pie para dejar el vaso sobre la mesa y volver a su lugar, queriendo ganar tiempo. —Lo siento, es que... Bueno, lo primero que uno piensa es que todos están al tanto de lo que sucede y, bueno... Me pareció extraño solo eso —Frunció el ceño. Parecía irritada consigo misma—. No me explico bien. No importa. No. No hubo elecciones, Mike Aldab. Simplemente pasó —Se encogió de hombros—. Solo pasó. —Pasó —asintió la serpiente, desde el bolsillo de su sudadera.
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Post by ev7e on Nov 2, 2013 21:12:57 GMT -3
La punzada de dolor en el hombro izquierdo era una verdadera molestia tanto para Lorelaine como para Sawyer y aunque la egea no daba ningun rastro de conmoción, la pantera empezó a rondar cerca de los otros dos muchachos, gruñendo y enseñando los colmillos. -Un pequeño bocadillo- dijo la pantera sin apartar la mirada del mapache-¿Martes? Antes que nada, se aseguró de sacudir bien su ropa. Luego le siguió el cabello y finalmente imitó inconscientemente el movimiento de su daimonion, pero examinando de pies a cabeza al joven. Sí, lo conocía. No, no lo iba a admitir tan facilmente. -Podría ser...conozco a mucha gente ¿Sabes? Y no suelo recordar a la mayoría, sobre todo si lucen como tú- comentó mientras ensortijaba con los dedos uno de los mechones de su cabello y le dedicaba un guiño- Sería una lástima si...No, Tatiana, no tengo ni puta idea de quien sea- agregó.
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Post by nitta on Nov 16, 2013 10:39:18 GMT -3
-He estado viviendo en Nordum hasta que decidí venir a ver como estaba el país para volver a largarme -comentó, mirándola. Había sonreído con aquella escena de confusión demostrada por la chica pues le habían parecido divertidas sus reacciones. -Ya entiendo...-suspiró y luego miró al frente. Aguantó el silencio, meditabundo y finalmente lo rompió después de haber pasado un tiempo que no sabía augurar cuan de largo había sido.-Sigo la creencia nordum -empezó a hablar, como sospesando sus palabras- creo en espíritus y en totems pero -la miró fijamente a los ojos, no con la intención intimidatoria sino para llamar la atención de ella sobre sus siguientes palabras- debo aparentar ser cristiano. -Expulsó al fin encogiéndose de hombros.-Cosas de familia y demás...-trató de quitarle hierro al asunto. Miró a Rim quien se acercó a él. -¿Qué harás? -le preguntó el daimonion aunque no estaba muy convencido de los pensamientos de su egeo. -Pelear -contestó alternando la mirada entre ambas señoritas- organizar una revolución.-Añadió totalmente serio.-No dejaré que nadie pisotee los derechos de nadie.
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Post by bachi on Nov 23, 2013 1:48:10 GMT -3
Bastó que la pantera dijera aquello para que el mapache gruñera y enseñara los colmillos, parado en dos patas como estaba sobre la cabeza de su egeo. Martes, en cambio, hizo una mueca y sacó la lengua. —Demasiado pelo, gatito. Te lo dejo. A un costado de esta pequeña disputa entre daimonions, Taz estaba dedicándole casi la misma expresión furibunda a la compañera de la pantera. El chico se mordía el labio, exasperado, con un brazo intentando separarse de la garra de la lunática que no dejaba de mirarlo. Y de hecho así era. Tatiana lo tenía firmemente aferrado, y mientras Valmont jugaba con su comida, ella contuvo las ganas de poner los ojos en blanco. En cuanto el dictamen salió de la boca de Lola, Taz se tragó las palabras. En cambio, le enseñó el dedo del medio de la mano índice, el tiempo que Tatiana se lo permitió, claro. Un minuto después, luego de un forcejeo furioso, el muchacho estaba por segunda vez en ese día con la cara contra el suelo y el mapache junto a él. —¡Yo también me voy a olvidar de tu cara de zorra cuando necesites algo! —escupió furioso, asesinando a la bruja que tenía en frente mentalmente. Tatiana lo calló con un papirotazo en la nariz, y frunciendo el ceño se volvió a su amiga. Era obvio que lo conocía, se lo leía en la cara, pero si Valmont decía que no... ella no se iba negar a la oportunidad. —Bueno, bueno... A ver, primero: Modales. Si insultas te irá mal. Segundo: ¿De dónde venías? ¿Qué es eso ahí, todo machucado? ¿Te chocaste a otra persona más antes?—Con el dedo índice y una sonrisa que no le llegó a los ojos, Tatiana apretó el corte en la frente del chico. Pero Taz no respondió, y ésta vez la egea sí puso los ojos en blanco—. Valmont, ¿te molesta tardar para ver a Castorcito? Porque yo puedo estar toda la noche si aquí no se dignan a hablar... A no ser que se te refresque la memoria... A no ser que milagrosamente recuerdes que lo conocías... Sonrió. Los ojos de Taz viajaron instantáneamente, provocativos y amenazadores, hacia Lola.
Tanta desenvoltura, tanta sinceridad la puso incómoda. ¿Cómo se suponía que ella debía responder a tanta dedicación, a tanta honestidad sencilla? Brou hizo una mueca, cerca de parecer dolorosa, mientras se debatía internamente en cómo responder a la catarata de información dada por Mike. —Yo... —dijo al fin con una pequeña vocecita, sin mirarlo— No soy cristiana —Desde la capucha de su sudadera, se escuchó una rana croar. Brou tragó saliva, jugando con sus dedos—. No... puedo ayudarte con eso de... de la "revolución" —Arrugó más la mueca, como si se debatiera internamente. Pero cuando subió la mirada y se clavó en esos ojos inundados de determinación, se le encogió el estómago— ¡Pero puedo llevarte a un lugar donde seguro hay gente que quiere ayudarte y... y...! —exclamó todo de repente, atropellándose con las palabras— Y eso, Mike Aldab.
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Post by ev7e on Nov 23, 2013 20:51:36 GMT -3
La pantera se relamió, acercándose lo suficiente para enseñar la longitud de sus colmillos pero no tanto para permitir que el mapache utilizara las garritas sobre él. La sonrisa de Lola se expandió en todo su esplendor ante el evidente odio que habia desatado hacia si misma. Con una leve inclinación de cabeza aceptó los improperios que le lanzaba el muchacho al tiempo que seguia el mismo camino que Tatiana, fijándose con curiosidad en el corte que traía. -No tengo apuro- sonrió mientras se sentaba en medio de la calle con las piernas cruzadas- Que te quede claro que yo no le pido favores a nadie, cariño. Y no me importaría que una chica te siga pateando el trasero, ¿Sabes? Esa caída si que me ha hecho doler- agregó frotándose el hombro izquierdo con un fingido gesto de dolor que terminó tan pronto como empezó- Sin embargo, podría dejarte ir solo si nos cuentas lo que te pasó. Nada de groserías, estas delante de dos señoritas de buena familia- le guiñó un ojo- y nada de trucos ni mentiras porque te ira peor.
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Post by nitta on Jan 6, 2014 8:33:46 GMT -3
Y la abrazó. La abrazó creyendo que la chica necesitaba un abrazo, algo a lo que aferrarse. -Brou... saldremos de esta, ¿de acuerdo? -Suspiró. ¿Qué mierdas ocurrían en su país? Se alegraba que su novia se hubiera quedado en Nocturn en último momento. Después de un rato soltó a la chica y corrió a cerrar las ventanas rápidamente.- A mí no me importa que religión profesas, Brou. Solo me importas tú como persona. Tú y todo el mundo que está perdiendo sus derechos simplemente por el hecho de ser diferentes. -Suspiró paseándose por la habitación, pensando.-¿Quién es esa gente que me ayudará? -le preguntó.
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Post by bachi on Jan 19, 2014 17:40:31 GMT -3
Pero Taz no pensaba mentir. Una sonrisa socarrona y malvada respondió a la mueca de aquella desafiante y pedante chica, “Con un poco de su propia medicina” pensó. No era de los que señalaban enemigos o iguales, pero la tal Valmont, tal y como su guardaespaldas parecía decirle, definitivamente entraría en una dudosa lista entre el limbo de “Personas a las que joder la vida” o “Personas con las que joder”. Soltándose del agarre de la bruja y limpiándose la ropa como si de hecho no fuera mal vestido, Taz también ocupó un lugar cómodo en el suelo. Tatiana no estaba muy segura de lo que veía, pero frunció el ceño y se cruzó de brazos, todavía de pie, sabiendo que esos dos le ocasionarían problemas. Molestos problemas. —Vengo del centro de la ciudad —miró a Tatiana y luego de nuevo a la otra bruja—, “Valmont”. Y te puedo decir que todo ahí está bien jodido. Al parecer el loco del gobierno se cree una especie de emperador y decidió que de ahora en adelante él se quedará con el poder… Hasta que le duren las balas y gatillos, claro —Al decir esto, casi imperceptiblemente apretó y soltó los puños. Con un bufido, se pasó una mano por el cabello y las señaló con el índice—. Pero por supuesto. Ustedes son de “buena familia”. Para ustedes esto es motivo de celebración, ¿no? Es más, ¿qué hacían dos chicas de alta cuna como las… señoritas, a estas horas, eh? ¿Iban a tomar parte en las armas también? ¿Se unían al ejército? —Taz soltó una ronca y poco animada carcajada.
El abrazo, las inesperadas palabras de aliento la desencajaron de su sitio. Mientras él la abrazó, Brou en ningún momento correspondió a la pequeña muestra de cariño. Se quedó estática en si sitio, entre desesperada e incómoda. Finalmente, cuando la liberó para evitar que la luz del alumbrado público irrumpiera en la habitación, la chica se rascó el codo izquierdo con incomodidad contra la mesada. En sus hombros, la rana había pasado a ser serpiente, y miraba silenciosamente al dueño de casa. Mike Aldab había empezado a hablar de cosas que no estaba segura de comprender y en las que prefería no inmiscuirse. —No es como si… No conozco en realidad —comenzó pero se detuvo para cerrar los ojos y palmearse un poco las mejillas. No le molestó que considerara extraño aquel compartimiento, pero estaba perdiendo los estribos y necesitaba serenarse. Cuando volvió a mirarlo, parecía más tranquila—. Conozco un lugar en el que se suele juntar esta clase de gente, nada más. Conozco al dueño y es una gran persona, pero no conozco a todos los que concurren. Puedo llevarte. Ahora mismo.
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Post by ev7e on Jan 25, 2014 19:46:09 GMT -3
Lorelaine no tuvo ningún problema en ignorar las preguntas del chico mientras examinaba cada gesto que él hacía. Pero solo por si las dudas, dejó de relajarse a sus anchas y se puso en alerta por si él decidía hacer algo. No sería la primera vez que provocara una reacción violenta y esta vez, le gustara admitirlo o no, se lo tenía merecido. -¿Y tú qué hacías ahí? Me has dicho lo que ya sabemos, hay una revuelta en el centro, sí- replicó ella- Pero yo quiero saber qué es lo que te sucedió a ti. ¿Cómo te hiciste ese corte? ¿Y por qué irías precisamente a ese lugar solo?...¿O fuiste a buscar a alguien?- añadió. El hecho de que se ofrecieran como blanco humano solo por defender una ideología resultaba poco creíble para personas como Lola. Las únicas razones que su cabeza podía aceptar eran que estuviera dentro de alguno de los grupos de protesta (poco probable ya que Taz esta solo y apenas habian pasado unas horas desde que se habia declarado la ley) o que él estuviera buscando a alguien y saliera herido en el proceso. Eso era. -¿A quién buscabas? - preguntó finalmente.
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Post by bachi on Feb 2, 2014 2:09:30 GMT -3
Taz y Dieb intercambiaron una mirada. —¿Por qué tendría que responderte? Es decir… —Le lanzó una mirada de advertencia a Tatiana “Sí, sí, bruja. Ya sabemos que tengo que responder porque… porque TENGO que responder” —. No sé. Tenía ganas de ir a ver qué sucedía y fui. Como muchos hicimos. Me separé de mi grupo y tuve que correr antes de que me partieran, ¿ves esto?, un poco más la cabeza —Se señaló el pequeño corte de la frente antes de encogerse de hombros—. Fue porque no les caímos muy bien a la brigada especial de Caldox. ¿Tan preocupada por mí estás? —No hubo una sonrisa traviesa que secundara esa pregunta, media afirmativa media retórica, de hecho lo único que el chico se dignó a hacer, fue enarcar las cejas. En tanto Tatiana estaba perdiendo la paciencia. Mientras aquellos dos jugaban casi en medio de la calle a hacer rondita de indiecitos, Martes y la chica daban vueltas alrededor del círculo con impaciencia. Llegó un punto en el cual el oso polar se limitó a echarse en el suelo y simular que dormitaba, mientras su egea se cruzaba de brazos, abría un poco más las piernas y adoptaba una postura casi militar al vigilarlos. Lorelaine debería saber que su amiga tarde o temprano los levantaría a ambos, se los cargaría a los hombros y se los llevaría a cuestas. No interrumpiría la conversación, por supuesto, pero los arrastraría a hacer-algo.
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Post by ev7e on Feb 5, 2014 17:42:52 GMT -3
Sawyer lanzó una última mirada hambrienta al mapache antes de regresar al lado de su egea y servirle como respaldo para que estuviera más cómoda. -Así no funcionan las cosas, las personas no hacen algo sin tener una buena motivación. Y una buena motivación no es precisamente “tenía curiosidad”. Eso es ser estúpido.- agregó ladeando ligeramente la cabeza y notando por primera vez el gesto de Tatiana, a quien le regaló una sonrisa juguetona antes de volverse una vez más al muchacho- Te advertí que pasaría si me mentías. Si quieres que te deje en paz, dime la verdad o te seguirán pateando el culo, Taz. Y ahí reparó en su error. -No me mires asi- le advirtió a Tatiana incluso antes de que esta pudiera hacer o decir algo- tú también sabías que lo conocía y no te importó seguirme el juego.
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Post by bachi on Feb 11, 2014 17:47:41 GMT -3
Mientras se hurgaban la nariz por igual, mapache y egeo miraron a Lola. —¿Eso quiere decir que esta carrerita suya en mitad de la noche es simple estupidez? —Enseñó los dientes en una sonrisa que no le llegó a los ojos y dejó que “surtiera” efecto. Obviamente no hizo nada, pero por lo menos tras el último comentario de la perra de Valmont ahora la supuesta Tatiana había desviado la vista de él, cosa que Taz aprovechó para palmearse las rodillas y dar por terminada la velada. Mientras el chico se sacudía con cuidado la tierra de la ropa, la dueña de aquel oso polar miraba fijamente a su amiga. —No —comenzó lentamente, reflexiva—, por supuesto que no te culpo. Pero creo —Se tomó una pausa cautelosa—, creo que podríamos habernos ahorrados varias palabras de más al pedo, no…? ¿A dónde se supone que vas? Chica y oso se habían puesto en guardia casi al instante. Todavía en su lugar, ahora flexionando las rodillas y sonándose la espalda, Taz las miró de reojo. —¿Quieren ver la verdad? Tatiana frunció la nariz y su cuello giró, rígido, hacia Valmont. Oh no gruñó su mente Aquí viene ese puto brillo de interés y que el diablo se la lleve a la muy hija de pe… —¿Quieren ver? Bueno. Yo puedo mostrárselas.
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