nitta
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Post by nitta on Nov 17, 2012 11:57:12 GMT -3
[Bueno, tengo la idea y pues la pongo aquí. No sé que será de él en un futuro pero... aquí lo dejo xD]
INTERNADO WINSOR~
Uno de los más prestigiosos internados no solo de Inglaterra, sino también de todo el mundo. A él acuden no solo hijos de reyes sino también hijos de personalidades, de famosos y de la jetset del mundo entero. En él conviven lenguas, culturas y diferentes pueblos, todos aprendiendo los unos de los otros en un ambiente privilegiado donde los más selectos deportes estan representados cada uno con su propio espacio para practicarlo. Son muy exigentes pero.. no solo hay estudio en él, sino también confrontaciones, rebeldes, amores, piques, amistades inquebrantables, traiciones y persecuciones. Los estudiantes entran a los 18 años y salen a la edad que terminan sus estudios universitarios. Poseen los mejores profesores venidos y llegados de todas partes del mundo, cada profesional de cada matería cuida con mimo y mano dura a todos aquellos estudiantes que quieran seguir su pasos. No todos son inteligentes, ni todos son perezosos, hay de todo y todo tiene su propia atención. Pero... (sí, siempre hay un pero), algo está a punto de cambiar. El director del macrocompejo que es esta universidad elitista... está a punto de cambiar su rumbo para siempre.
Konstantine Ielas, una chica griega de 24 años ha logrado colarse en ese mundo elitista gracias a sus brillantes notas durante toda su carrera estudiantil gracias al esfuerzo y la dedicación. ¿Será bien recibida o, sin embargo, será dada de lado? ¿Querrás conocerla o la ignorarás por no ser "hija de papá"? Adéntrate en un mundo donde todo puede ser al mismo tiempo que las máscaras adornan miradas asesinas. ¿Podrá una muchacha de clase media, afrontar todo lo que se le viene encima, podrá cambiar el rumbo del Internado Winsor?
CARACTERÍSTICAS DEL INTERNADO WINSOR.
(No se imaginen Hogwarts, por favor. ><)
Consta de varios edificios antiguos lo que le da cierto aire a viejo y a elitista.
1.- Residencia masculina
-Consta de:
x Comedor para todos los estudiantes x Habitaciones individuales con baño incluido y todas las comodidades en él (tv, conexión a internet las 24h., calefacción autoregulable, cama, armario espacioso y una enorme estantería donde colocar lo que se quiera). x Sala de juegos y relax. x Sala de estudio con una pequeña biblioteca propia. x Sala de billar. x Sala de videojuegos (para acceder a esta sala primero se ha de reservar a la recepcionista y luego ir a pedir las llaves que deberan devolverse luego de ser utilizada. EL PIRATEO DE JUEGOS ESTÁ PROHIBIDO).
1.- Residencia femenina
-Consta de:
x Comedor para todos los estudiantes x Habitaciones individuales con baño incluido y todas las comodidades en él (tv, conexión a internet las 24h., calefacción autoregulable, cama, armario espacioso y una enorme estantería donde colocar lo que se quiera). x Sala de juegos y relax. x Sala de estudio con una pequeña biblioteca propia. x Sala de billar. x Sala de videojuegos (para acceder a esta sala primero se ha de reservar a la recepcionista y luego ir a pedir las llaves que deberan devolverse luego de ser utilizada. EL PIRATEO DE JUEGOS ESTÁ PROHIBIDO).
3.- Edificio de las clases.
Donde todos los estudiantes del internado van a recibir sus clases. Consta de la última tecnología en todos los aspectos y todos van con sus ordenadores que se conectan a la red de ordenadores propia del aula para así vigilar que no se acceda a páginas no deseadas durante las horas lectivas. Se dice edificio pero en realidad es un conjunto de edificios conectados entre sí gracias a pasillos exteriores e interiores. Todo está muy bien explicado y el cambio en el color de las paredes te indica en qué facultad te encuentras.
-Verde = ciencias (biología, geología, zoología, ingenieros...) -Blanco = Salud (medicina, veterinaria, farmacia...) -Amarillo tostado = humanidades (maestros, filologías, historia...) -Violeta claro = artes (Bellas Artes, Historia del Arte, oficios manuales...) -Naranja pastel = ciencias políticas (abogacía, derecho, ciencias políticas...) -Naranja cobre = economía (economía, ciencias del trabajo, ciencias exactas...) -Azul marino = deportes (acuáticos y terrestres todos encaminados a los JJOO)
4.- Zona de deportes.
Fuera del horario escolar se pueden usar siempre y cuando se haya reservado antes la pista anotándose en consejería de la facultad de Deportes. El horario escolar termina a las 5 y están abiertas hasta las 7 de la tarde hora en que cierran dada a la escasez de luz durante los inviernos.
Y por último, aunque no cuente como equipación del internado, está el pueblo de Hawes, en medio del parque nacional de Yorkshire Dales. Un entorno que permite también hacer cabalgadas y senderismo a los estudiantes.
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TIPOS DE PJS (escojan *O*)
-Director -Docentes -Personal administrativo -Personal de limpieza -Personal técnico -Chicos -Chicas -Gente del pueblo
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REGLAS
- Rol narrado, tercera persona. - Comentarios fuera del rol deben ser especificados con algún tipo de OOC. (( )), { }, [ ], etc. - Edad propicia para los personajes entre 18 hasta 60 años. - Equilibrio entre la cantidad de mujeres y hombres. - Cada jugador tiene permitido una cantidad ilimitada de personajes, siempre y cuando sea capaz de manejarlos a todos. - Evitemos tanto los posts a lo telegrama como los posts a lo biblia. Nadie quiere leer respuestas compuestas por diez-quince palabras, y nadie quiere pasarse una hora leyendo una respuesta. -Más que nada necesitaría pjs alumnos (chicos y chicas).
FICHA
Nombre completo: Edad: Nacionalidad: Hij@ de: (que son sus padres para que fuera aceptad@ en el internado) Estudiante de: (puse unas cuantas pero échenle imaginación. Pongan el año que cursan también) Año en que se encuentra: (puede entrar este año a estudiar una segunda carrera o puede llevar años estudiando la misma. Ustedes mismos) Apariencia: Personalidad: Historia: (resumen) Extras: (PROHIBIDO TENER MASCOTAS)
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nitta
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Post by nitta on Jan 17, 2013 6:25:01 GMT -3
A las 6 en punto de la madrugada, como cada 1 de septiembre, el mismísimo director del Internado Winsor Jari Roiha se levantó, se duchó, se arregló y luego -sin desayunar- se encaminó llaves en mano- a abrir la puerta metálica de aquel impresionante complejo universitario, único en el mundo. Con dedicación puso la llave en el candado y la giró lentamente siguiendo un ritual que repetía año tras año y que otros antes que él habían perpetuado. Quitó la cadena y la dejó en el suelo junto al candado y la llave para abrir él mismo los impresionantes portones. Una vez realizada tal tarea, lo recogió todo y regresó a su despachó donde depositó en su lugar la cadena junto al candado y la llave. Cerró el armario y se encaminó ahora sí, a desayunar. El servicio había llegado hacía días -junto a él- y todos empezaban a despertar a sus obligaciones y, mientras tomaba su consabida taza de café con leche pensaba en la invitada que llegaría nueva al internado.
(Todos empezaran sus narraciones a partir de las 10:00 de la mañana. Es el primer día de internado y todos regresan [o llegan nuevos] al Internado. NADIE se quedó a pasar el verano en él, todos regresaron a sus respectivas casas)
10:00
Bajó del taxi y aguardó a que el hombre le sacara la abultada maleta del maletero del mismo coche para luego pagarle la carrera y mirar al frente escuchando como el mismo se marchaba. Echó sus rastas a su espalda y levantó la cabeza. Konstantine repasó mentalmente el mapa que le habían mandado junto a toda la información necesaria para terminar de estar matriculada ahí y enseguida se puso en marcha arrastrando ella misma la maleta. Era consciente que enseguida destacaría -no solo por el hecho de arrastrar ella misma su maleta- sino también por su ropa hippie, de muchos colores, de sus rastas y de su bolso raído. Poco le importaba la opinión de todos ellos, ella estudiaría su carrera y lo haría sin detenerse a pensar si hacía bien o mal y mucho menos la opinión del resto. Cuando llegó a conserjería le dieron un nuevo mapa y la llave de su habitación y sonrió al saber que era individual.
Se levantó de su asiento -cuando ya el pasillo estaba más vacio- y abrió el porta equipajes para sacar del interior su maleta de mano y su abrigo. Acababa de aterrizar proveniente de Tokio y estaba agotado después de tantas horas de vuelo. Hizo una reverencia a las azafatas de aquel último trasbordo y se encaminó a buscar sus otras maletas. Miró su reloj y sonrió ligeramente al advertir que había llegado con tiempo a Londres. Todavía le quedaba viajar hasta el internado pero estaba todo solucionado y así lo supo cuando alguien a sus espaldas le habló. -... ¿señorito Ozu? -fue la voz masculina que le interpeló. -Sí -se volteó- un placer volver a verle, Señor Ford. -El placer es mio en volver a estar a sus órdenes, Señorito Ozu. -Y le hizo una reverencia a la usanza japonesa. Taiyo advirtió que llevaba un carrito para poner las maletas y sonrió. Su abuelo siempre en todo: sencillez pero comodidad. Como le echaría de menos. Cuando divisaron las maletas el Señor Ford -que no era más que un simple chofer- se encargó de agarrarlas y subirlas al carrito para luego llevarlo -mientras hablaba con Taiyo- al coche oficial. Una vez llegaron Taiyo se subió y sonrió al detectar la prensa. ¿Es que ese hombre estaba en todo? Le gustaba el señor Ford, por lo eficiente.
Por su parte, Keisha miraba aburrida como los árboles de la carretera pasaban uno a uno frente a sus narices a velocidades alarmantes. Iban demasiado rápido para su gusto pero estaban tan cerca que tanto le daba ya. De nuevo, otros meses fuera de casa, lejos de sus padres adoptivos. Observó como volaba el letrero del internado y sonrió para sus adentros regocijándose en todo lo que haría allí de nuevo. -Señorita, ya llegamos.-Le dijo el chofer sacándola de sus pensamientos. -Gracias.-Dijo sin más bajándose sin esperara qué le abrieran la puerta del coche. Siempre era así. Allí se podía comportar más como era ella y así se sentía libre, feliz. Aguardó cruzada de brazos a que le bajara la maleta y luego fue con él a conserjería donde todavía no había muchos alumnos, a tiempo de ver como una chica con rastas abandonaba el edificio. No hizo mayor indagación.
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Post by ev7e on Jan 18, 2013 20:22:23 GMT -3
10:00
Lorelaine Valmont presionó su agarre alrededor del tirante de cuero negro de su bolso Gucci, cesando el juego nervioso que había mantenido al hacer sonar sus uñas azul índigo contra la fria baranda de las escaleras eléctricas mientras observaba en silencio a toda esa gente apurada caminar por el aeropuerto. Dejó caer un poco su cabeza hacia atrás, sintiendo como las sedosas cortinas enruladas de cabello dorado rozaban sus caderas. No lo había visto sino hasta que su cara se iluminó cual perrito que espera a su dueño. Zack Gibler, su mejor amigo, la esperaba cerca de la puerta junto con un pequeño grupo de hombres de seguridad para ir juntos, como cada año, al internado Winsor. -Bienvenida, mademoiselle- saludó el joven haciendole una graciosa inclinacón una vez que la hica estuvo justo frente a él- ¿En qué podemos ayudarla? -Déjate de bromas estúpidas- soltó Lola lanzándole directo al estómago su bolso- Cada año es lo mismo contigo, Zacky. Solo limítate a enviar a tus guardias a recoger mis maletas y vamonos de aqui. -Deberías agradecer que los traigo- dijo él desplegando una de sus más radiantes sonrisas al tiempo que con un gesto de mano, dos gigantes se fueron en busca del ya conocido equipaje de la insoportable señorita Valmont- Tu papi no te ha enviado con ningun "esclavo" esta vez ¿cierto? Lola le devolvió la sonrisita con sus grandes ojos verdes chispeando. -Eso es porque sabe que te tengo a ti, cariño. -Claro, yo que soy el mejor amigo termino siendo el sirviente y el casi desconocido, por no decir irrelevante, Tas resulta ser un colaborador para tus más perversos planes- protestó. -Es porque contigo hay confianza- le guiñó un ojo y le tomó de la mano para salir de aquella jaula cosmopólita mejor conocida como aeropuerto internacional.
Era una tortura aquello que no poder llevar animales al internado, por eso Yanazsha siempre llevaba a los siempre pequeños Simbad y Neón en el auto hasta el triste momento de la despedida. Metió los pálidos dedos en la jaula de los hamsters y los acarició con amor maternal, dejando que estos le mordisquearan como acusándola del abandono al que serian sometidos. -Ya estamos llegando- dijo el chofer mirando por el espejo a la jovencita que se escondia debajo de todo aquel maquillaje oscuro y las ropas de gitana en decadencia- ¿Segura que no quieres cambiarte? Pareces un cuervo. Yaya se rió con ganas -Ay, Terry...No, no quiero cambiarme. Me siento cómoda asi- sonrió- Ademas, estoy de luto. Tanto por abandonar a mis criaturitas hermosas por venir a este lugar para ser una "niña bien", como quieren en casa, como para hacer un pedido a todos los alumnos de aquel internado que dejen de usar pieles de animales solo para lucir cuánto dinero tienen. -¿Para eso es el luto? -Ademas por que en este preciso momento alguna pobre vaca debe estar siendo degollada para vender su carne en el mercado- suspiró y se dejó caer en el asiento trasero- Yo hare que cambien eso, y tambien las pruebas de maquillaje en animales. ¿Ves el que traigo? Es natural, hecho de plantas- afirmó- yo JAMÁS usaría ni comeria nada animal...para mi es igual que el canivalismo.
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Post by bachi on Jan 19, 2013 2:55:50 GMT -3
Rebecca llegaba siempre temprano. Más temprano de lo habitual y podía, de hecho, hacerlo por tener ciertos privilegios al pertenecer al Centro de Estudiantes, y no cualquier Centro, sino el de la misma institución que acunaba los pequeños cerebritos de varios centenares de jóvenes ricachones de todo el mundo. Por eso mismo, desde el preciso momento en que la pasaron a buscar por el aeropuerto, se dedicó a ojear en el asiento del acompañante un pequeño horario que se había armado para el día aquel. El primero luego de las vacaciones, pensó con una sonrisa agotada. Agradeció con prisa de antemano que se encargaran de acomodarle las valijas en Consejería y ojeó unos papeles mientras iban de camino. Antes de pasar por el umbral de la entrada dio una gran bocanada de aire y traspasó la puerta. Así difuminó por toda la cartelera un par de horarios de diversas actividades en las que ella misma estaba anotada, como por ejemplo desde danza contemporánea a un cursillo avanzado de informática de los fines de semana (Sabía que a mitad de año terminaría abandonando la mitad, pero se encogió de hombros). Así fue que, mientras se había sentado a esperar en las escaleritas de Conserjería, vio pasar a… Se fijó de nuevo en la pequeña fotografía de documento que tenía entre las manos y leyó el nombre relatado al costado: “Konstantine Ielas”. De hecho era la misma, las mismas cejas y las mismas agraciadas rastas. Rebecca se puso de un salto de pie y fue tras la chica, llevándose consigo su alboroto de papeles y cuadernos. —¡Señorita Ielas! —exclamó— ¡Ielas! ¡Konstantine! Sabía que no era el protocolo del internado concederle a los nuevos una especie de guía o tutor personal, pero dado el caso particular de la chica nueva, era un perfecto paso para la integración y la experimentación. Cosa que más adelante le explicaría a la nueva si lo preguntaba.
De algún modo sintió que lo habían estafado. Si bien Dexter le había pagado extra al chofer del servicio de taxis que su hermana le había contratado para pasarlo a buscar, lo había dejado donde les había parecido con maletas, saxofón y el corazón algo vacío. Así que sí, Dexter Clinxton se sentía algo, un poquitito estafado no más… —Esto… —Miró por segunda vez el mapa que tenía entre las manos y lo dio vuelta. Una sonrisa le iluminó el rostro y se rascó el párpado dormido—. Ah, ya veo. Esta cosa gigante de acero —Se acercó a unos barrotes hermosos que decoraban la parte trasera de un enorme jardín y les dio una palmadita— es todo el enrejado de Winsor —Se rascó la cabeza y se acomodó el bolso detrás de la espalda mientras abolló el mapa dentro del bolsillo para ponerse en marcha—, así que solo tengo que rodearlo. Claro… “Solo”. Para cuando llegó a la entrada del internado, sentía que le ardían las piernas y que arrojaría todas sus maletas allí mismo. Podía ir a buscarlas cada vez que se quisiera bañar, nadie se las robaría ahí, ¿cierto? Pero como sabía que la idea no quedaría como buena primera impresión, forzó una sonrisa y siguió andando hacia el enjambre de alumnos que de a poco se formaba en la entrada.
10:00 am. Tas miró de nuevo el reloj del comedor y parpadeó mientras le quedaba la cucharada con cereal a medio camino de la boca. Su madre lo había programado al horario “oficial” de Inglaterra para que no se le olvidara… despertar a tiempo. Hasta esas mismas vacaciones había vivido en su propio departamento hasta que… Hasta que misteriosamente se le olvidó dormir allí durante una semana y sus padres cayeron de improviso a visitarlo. Volviendo al otro tema… Claro que ella, su madre, no había contado con que él no prepararía su propio reloj para tal fin. 10:01 am. Tas se llevó el cereal chicloso y frío a la boca y lo masticó mientras miraba la aguja de los segundos pasar y pasar y… ¿Cuánto tardaría en llegar el jet? ¿Una hora? ¿Media? No tenía idea, él no estudiaba para saber eso. Mientras con la mano izquierda se terminaba el cereal, con la derecha sacó el celular y llamó. —Ehm… Sí. Soy yo. No, no… Todavía no llegué pero es que el reloj que mamá preparó… Sí, la muy… “especial” puso en horario el de la cocina, yo no puse el mío. Y pum. Ya te imaginás… Sí, ya sé. No, ni idea, no me dijo. ¿Puedo usar el otro av…? No, no creo que ningún vuelo me deje rápido y —Sonrió, mientras subía las piernas a la silla— seamos sinceros, pa, el avión ese está más al pedo que teta de monja y… Ahá. Bueno. Cortó y meditó en silencio observando el tazón vacío. Qué suerte que había desayunado. El servició en el avión de sus padres era horrible en cuanto a desayunos. Todo era japonés. ¿Quién mierda pedía sushi a las 7 de la mañana? 10:26 am. Tas se cambió, excepto los pantalones pijama, se cepillo los dientes, agarró del rincón de la ropa sucia la mochila del año pasado con las cosas del año pasado y bajó las maletas al comedor. Llamó a tres taxis para ver cuál llegaba primero y se puso los auriculares. El problema fue que los tres llegaron al mismo tiempo. Hijos de puta. Nunca llegaban puntuales. Tuvo que meterse corriendo en uno, mientras lo ayudaba el chofer (algo contento porque lo había elegido a él entre los demás) a arrojar las valijas en el asiento trasero porque él parecía un inútil, riéndose a todo pulmón. Llegó al aeropuerto privado sin dejar de mirar por el espejo retrovisor a ver si los seguían todavía, y solo cuando se sentó en el avión y rechazó el incoherente sushi mañanero, pudo relajarse.
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nitta
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Post by nitta on Jan 22, 2013 11:33:58 GMT -3
(Y aquí llego yo. Con el cielo encapotado, la mar revuelta y con 0 ideas en la cabeza)
Había oído como una vocecilla la llamaba desde lo lejos entre su apellido y su nombre. Se detuvo pensativa. ¿Quién la conocería? Se detuvo y se volteó hacía el origen del llamado al tiempo de ver como una joven corría hacía ella llamándola. Le pareció extraño dicho comportamiento pero aun así aguardó a que llegara. Por otro lado, aquella negra limusina de ventanas traseras tintadas aparcó en el interior del recinto, en la zona destinada al aparcamiento. Después de aparcar el Señor Ford se bajó y dio vuelta abriéndole la puerta a Taiyo para que él pudiera bajarse. -Lleva mi maleta a la 350 del ala Oeste- comentó. Ventajas de ser quien era. Él podía darse el lujo de solicitar la habitación en propiedad hasta finalizar estudios mientras su abuelo se encargaba de dar la abultada y consecuente donación al internado todos los años. El Señor Ford asintió y se encaminó hacía ahí dejándole solo a él el bolso que llevaba encima siempre y del que no se separaba excepto cuando iba a clases. Empezó a andar en dirección al despacho del Director para darle sus saludos -luego se iría a descansar hasta la bienvenida- cuando distinguió a Rebecca correr hacía una desconocida. Suspiró por sus maneras y lentamente se fue acercando. Al llegar brindó sendas reverencias pronunciadas mostrando sus más hondos respetos y luego miró a Rebecca -su mano derecha en el Consejo de Estudiantes- y le sonrió ligeramente. -¿Alguna novedad Fang-san? -le preguntó. De mientras Konstantine veía al chico asombrada. Era la primera vez en su vida que veía a un japones, ¿o era chino?, en su vida y encima de tan cerca. Pues no tenía accento raro, no. Él debería conocer a la chica y la chica debería conocerle a él?
Una vez tuvo su llave -ella no la tenía en propiedad- se encaminó a su habitación utilizando el ascensor. Una vez en el interior de la misma dejó sus maletas y se estiró dudando entre quedarse y arreglarlo todo o bajar a ver si veía a alguien conocido. Finalmente optó por la segunda opción y enseguida estuvo en la puerta se apresuró para abrazar fuertemente a Dexter. -¿Me echaste de menos? -le preguntó mirándole todavía abrazada a él.-¿Cómo te fue el verano? -Fue la siguiente pregunta para luego soltarle y mirar las maletas -¿Te ayudo en algo? -se ofreció, todo el cabello revuelto tanto por el alborozo en reencontrarse con él como no llevarlo con mucho cuidado.
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Post by ev7e on Jan 22, 2013 22:20:54 GMT -3
I think I've finally had enough, I think I maybe think too much I think this might be it for us, blow me one last kiss... El lujoso auto iba rápido, acercándose cada vez más al internado mientras en los asientos traseros los dos jóvenes cantaban como si de aquello dependiera su vida. Conocian las reglas y sabian que no podian consumir ningun tipo de sustancia extraña dentro de las instalaciones (a menos que nadie se diera cuenta), pero ellos aun no estaban dentro del internado Winsor ¿Cierto? Lola rió escandalosamente cuando Zack intentó llegar a uno de los agudos y se atoró con su propia saliva. -Eres un tonto- se burló mientras le ponia una mano en su cara y con la otra le desordenaba los cebellos negros- Debiste grabar esto, podria servirte para alguna de tus bobas clases en común con Dexter. -A ti te gustaría que te vuelva famosa- le dijo- podría colgar algun videito tuyo en internet y serias una estrella...y tal vez te expulsen de aqui igual que lo hicieron en Julliard. -No saben apreciar mi talento- suspiró Lorelaine pegando la nariz en la ventana.
-Ya llegamos- dijo el chofer mejor conocido como Terry una vez que estaban frente al internado Winsor, donde las personas comenzaban a agruparse- ¿Desea que vaya por su llave? -No, no- dijo Yanazsha saliendo del auto, y con ello atrayendo muchas miradas- ire yo. Tal vez encuentre alguien conocido, no tardo ¿si? Realmente parecia un gran pájaro negro con esas ropas negras que traia encima de su esquelético cuerpo y su andar típico de personas que no comen carne. Yaya fue hacia la consejería donde le dieron la llave su habitación y justo cuando iba de regreso donde el chofer, quien ya bajaba las maletas, vio a poca distancia a Rebecca Fang, Ozu Taiyo y a una chica desconocida. Los saludó con una mano, esperando que la vieran antes de regresar junto al auto para despedirse de sus mascotas por otro año más.
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Post by bachi on Jan 23, 2013 0:06:32 GMT -3
En cuanto la alcanzó, Rebecca suspiró por la carrera y alzó un dedo para que la dejaran respirar antes de dar explicaciones. —A juzgar por cómo me miras, sí —dijo al cabo de unos segunditos de descanso, mientras ojeaba unas hojas que tenía en la mano con una media sonrisita. Se sacó un lápiz que había tenido en la oreja y tildó el archivo junto a la fotografía de Konstantine. Solo ahí se volvió a ella y le tendió la mano para saludarla con energía—. Bienvenida al Internado Winsor, chica nueva. Normalmente no le damos guías a los nuevos, pero dada tu condición de conejillo de indias del Director… —Le guiñó el ojo y dejó el comentario en el aire, justo para ver cómo Ozu Taiyo se les acercaba. La chica negó con la cabeza manteniendo la expresión amable. —Qué suerte que justo, justo llegas Taiyo —lo saludó ella, a su vez, estrechando su mano sin atisbos de duda. Él ya la conocía—. Mira a quién tenemos aquí nada más: Konstantine Ielas. Konstantine, él es Ozu Taiyo, estudiante de Ciencia Política y presidente del Consejo de Estudiantes (o alumnos, como prefieras) del Instituto. Sería más o menos como el líder cabrón que lucha por nuestros derechos —bromeó—. En fin, sí, tengo algunas noticias para ambos… En primer lugar, me presento: Soy Rebecca Fang, estudiante de tercer año de Economía, estoy aquí para cualquier consulta que necesites como mostrarte tu cuarto, el resto del internado, actividades y hacerte conocer gente nueva —Le dio unas palmaditas en el hombro y le pasó a la chica de curioso peinado una hoja con sus datos, entre ellos, su número de celular—… Pero tal vez prefieras conocer todo por tu cuenta y en ese caso lo respetaré, eso no significa que te librarás de mí tan fácilmente —En ese momento se volvió a su compañero—. En cuanto a nosotros, Taiyo, Roiha quiere vernos en su despacho, sospecho que por el tema de la presentación de la señorita Ielas… No sé si quieras acompañarnos, Konstantine, pero en todo caso me gustaría que nos encontráramos en la cafetería de nuevo, así me cuentas qué tal va todo —Se detuvo para mirarlos a los dos, consciente de que explicaba todo dándolo por entendido— ¿Alguna duda? ¡Ah! Justo en ese momento se percató del saludo que a lo lejos les dedicaba Yanazsha y se lo devolvió animadamente, codeando a Taiyo para que saludara también. —Otra compañera —le explicó a Konstantine—. Estudia Zoología… así que, si no me equivoco, están en la misma facultad.
Había dejado todo tirado, excepto el saxo, en la entrada de la Conserjería para ir a recoger su llave y su pequeño mapita del interior del Instituto, y para cuando volvió a salir encontró el parque de entrada repleto de alumnos. Dax se apresuró a patear sus cosas lejos del camino principal, distraído mientras observaba el mapa e intentaba delimitar dónde demonios quedaba su facultad, cuando el abrazo sorpresivo de Keisha le robó una sonrisa. —¡Isha! Creí que me volvería loco con tanto acento europeo por aquí —bromeó el muchacho mientras se rascaba la punta de la nariz algo colorada por el intemperie. Hizo un gesto de alivio en cuanto le ofreció la ayuda y asintió, relajando los músculos y juntando las manos como si rezara—. Te estaría eternamente agradecido si me ayudas a empujar estos muertos… ¿Cómo hiciste para encontrarme tan rápido, hm? —le preguntó mientras tomaba lo más pesado del suelo y la observaba. Sonrió al verla como siempre, más alta que él—. Mi verano bien, ya sabes, como siempre —Le dio unas palmaditas amorosas al saxofón que llevaba colgado de la espalda—. Mi hermana mayor enloquecida y la otra…bueno, la otra es punto aparte —se rió por lo bajo— ¿Y tú? ¿Qué tal Potot? —recordó repentinamente el nombre de algún gato que le había mencionado en varias oportunidades.
La idea del jet privado no había estado mal… aunque sabía que más tarde las pagaría. El problema ahora era el aeropuerto. Tas bajó las escaleras mecánicas y observó con cara de pan, con cara de nada, los cuatro ascensores, los tres pisos arriba (¿o eran dos arriba y uno abajo?) y los millones de cartelitos en inglés. Nunca se acostumbraba a esa condenada exageración de tecnología abusiva: “Siga la línea amarilla acá si usted va al País del Nunca Jamás” “Siga la línea violeta si mejor decidió tirarse por la Torre Eiffeil de cabeza. Recuerde que le recomendamos elefantes para la cena con…” Hizo tres muecas para quitarse el sueño de la cara y arrastró los pies, seguro de que había perdido el pasaporte mientras cambiaba de canción y se rascaba la barbilla. Confiando en la marea de gente, se dejó llevar y terminó subiendo a un mini metro para supuestamente ir a retirar su equipaje. Bingo. Ahora tendría que esperar alrededor de… 4 canciones de 4 minutos y medio a que llegara su única valija entre las cintas que daban vueltas alrededor de los diferentes puertos. Para cuando se alejó, siguiendo la condenada línea amarilla con maleta en mano y ganas desparramadas por el suelo, ni siquiera quiso fijarse en la hora. Mejor era no saberlo y cruzar los dedos para llegar a tiempo a la bienvenida… O empezaría con tres pies izquierdos (sin dedos gordos) el año con el queridísimo director Roiha. Tres bingos y medio si su chofer estaba esperándolo en la puertita de salida con un cartel y su nombre. Tuvo el combo cuando, al cruzar las puertas corredizas vio un “TNT” con letras grandes sostenido por un sujeto enorme y fornido de bigote extremadamente largo y rubio. Las gafas y el traje eran lo único que disimulaba su apariencia real, pero Tas ya lo conocía. No cualquiera lo recibía con sus siglas en vez del apellido Teruggi. —Ahhh, qué tiempo sin vernos Gunter —Le chocó la mano con energía y le dio un medio abrazo al mejor tipo del mundo. —Llegas tarde, idiota. ¿Con eso viajas, nada más? ¿A qué mierda vas al Instituto, a estudiar o qué? Tas se rió y le dio unas palmaditas en la espalda. —A “que”, Gun.
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nitta
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Post by nitta on Jan 23, 2013 10:09:06 GMT -3
Tanta palabrería la tenía confundida. Luego se desbordó ante la presentación del otro, ante sus propias presentaciones ante... todo. Estaba medio mareada y solo sabía una cosa. Quería llegar cuanto antes a su habitación para así poder instalarse, hacer aquel espacio desconocido suyo y sentirse un poco menos fuera de lugar. Quizás eran las rastas como bien había argumentado su madre cuando habían recibido la carta de aceptación. Negó con la cabeza y entonces miró a Rebecca mientras ese otro chico todavía no había abierto la boca. -¿Experimento?¿Conejillo de indias? -levantó la cabeza orgullosa y la miró- que sepas que no me importa nada lo que opineís de mí. Acepté la matrícula y cuando termine astrofísica me iré. No quiero tener problemas con nadie.-Finalizó su explicación. Taiyo se sorprendió de aquello pero todavía más de las palabras de Rebecca que le tenían mosca. -Está bien. Iremos a ver que quiere el Director, Fang-san. -Luego se volteó a ver a Konstantine.-Quiero darte la bienvenida personalmente al Internado Windson. No hagas mucho caso a la señorita Fang, yo no creo que seas ningún experimento. Ahora si me haces el favor de seguirnos, estaremos gustosos de llevarte a tu cuarto.-Le sonrió con amabilidad.-Y así la señorita Fang se quitará sus ansias de ser guía y gustosa podrá explicarte.
Se rió.-Tengo un GPS en la cabeza que está conectado las 24 horas del día para encontrarte -se rió- se activa cuando llego al internado- las carcajadas fueron en aumento sin poderlo remediar mientras le miraba. Una vez estuvo más tranquilo recogió algún que otro bulto que poco pesara y se encaminó con él a su habitación. -Yo estoy bien, Gas -le sonrió- y Potot sigue como siempre aunque le he dejado algo tocado de un resfriado.-Comentó alicaída pero enseguida esbozó una sonrisa.-Mis padres se cuidarán de él, estoy segura. ¿Y tú?¿Qué tal tu verano?
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Post by bachi on Jan 25, 2013 17:40:30 GMT -3
—Eehm... Rebecca enarcó las cejas e hizo una mueca graciosa antes de soltar unas risillas, que se preocupó por ocultar al menos con los papeles que llevaba entre los dedos. —Era solo una broma —dijo tras tomar aire de nuevo, sonriendo y desvalorizando el comentario con un ademán—. No creo que seas un conejillos pero bueno, seamos sinceros: Estoy segura que el director algo entre manos se trae —Expresó en voz alta y pensativa mientras empezaba a andar—. En fin, Srita. Suceptibilidad —Ensanchó una cálida sonrisa para evitar que la chica pudiera volver a tomárselo mal— vamos en marcha así me quito mis "ganas" —codeó a Taiyo por aquello—. Supongo que Yaya nos alcanzará luego y estee... Pues, no sé. Pregúntanos cualquier duda que tengas, estamos aquí para servirte, lo juro. No todos somos un par de mimados, sí el señor Ozu, pero qué va... La mayoría de por acá somos algo así como unos parias de una tragedia griega, eso no evita tampoco que haya gente desagradable aquí dentro.
Hablar con Keisha siempre era un placer. No solo era una escultura hermosa y hasta delicada de la Madre Naturaleza, sino que además repartía chispa y alegría. Dexter no tenía ni idea de toda la historia detrás de su compañera, pero intuía algo turbio entre manos y él nunca sería lo suficientemente descortés o metiche como para preguntar. Por eso mismo, sabiendo que ella podía reír con todo y más, sus risas lo contagiaron y negó con la cabeza mientras avanzaban. —Ay, ay... Estás loca, ¿sabes? Me acabas de preguntar por segunda vez en la mañana que cómo me ha ido en el verano y, por otro lado, me saltas con un apodo extraño al que yo espero NO aludir —Sonrió y la contempló un par de segundos, entrecerrando los ojos a medida avanzaban, divertido— ¿No será que alguien anda nerviosa por aquí? No te culparía, de hecho... Yo estoy hecho un asco. Tú Dax —comentó burlón, corrigiéndole el diminutivo antes de empujarla a penas con el hombro— ni siquiera sabe para dónde queda su facultad o su habitación. Pensaba recibir ayuda de algún buen samaritano y caíste del cielo! Vaya... con eso podría escribir alguna que otra canción. Por cierto, qué mal lo de Potot. Envíale mis saludos en cuanto te contactes con él, dile que yo le enviaré ración de atún extra —Guiñó el ojo, chasqueó la lengua y alzó a duras penas el dedo pulgar del brazo con el que llevaba el resto del equipaje.
El camino era siempre el mismo y el hecho de que Gun fuera al otro lado del conductor, simplificaba y amainaba el asunto, la tertulia de que Tas estaba yendo directamente hacia su propio Infierno personal. Infierno no porque la pasara mal, de hecho todo lo contrario, pero se podría casi decir que lo sentía un poquitito suyo, en un sentido casi hogareño y entrañable. El no era exactamente un ángel después de todo. —Ah, cómo extrañaba a esta panda de... —Cuida tu boca, engendro —Le cortó el chofer con un golpe en la cabeza y una mirada severa. Tas suspiró y parpadeó rápidamente, poniendo cara de idiota. —Ay, Gun... Casi podría decir que me ha flechado Cupido. Se bajó del auto a la velocidad del rayo para evitar el puñetazo de "confianza" y con una ancha sonrisa se acercó al baúl. —Ni creas que arrastraré tus porquerías hasta esa escuela de mocosos. —No esperaba menos de tí —le contestó el chico, de a poco recuperando su habital humor de sonámbulo. Le dio un par de palmaditas y se despidió— Aquí está bien, Gun. Hasta las vacaciones de invierno. —¡No creo que las tengas! —le exclamó el chofer desde lejos y con un par de cuernos rockeros alzados en alto.
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Post by ev7e on Jan 26, 2013 22:11:25 GMT -3
-¡Gracias por todo!- se despidió Yanazsha de su chofer y sus hamsters al mismo tiempo que una lujosa camioneta paraba a pocos metros de ella. No tuvo que mirarla dos veces para reconocer como dueño al perrito faldero mejor conocido como Zack Gibler. Lo que le sorprendió fue ver un par de delgadas piernas femeninas colgar del asiento, en lugar del acostumbrado Zacky, quien ahora azotaba la otra puerta de un golpe y corria a sostener la cartera Gucci de Lorelaine Valmont. -Demasiada gente- comentó Lola poniéndose los lentes oscuros con animal print antes de hacer sonar los altos tacones con la acera. No esperó a nadie, no tomó la cartera y caminó directo a la conserjería o al menos eso estaba por hacer hasta que vio al ave negra a 3 metros de ella, observándola con evidente desagrado.-¿Tú que miras?- le preguntó esbozando una sonrisa divertida- No tengo ningun esqueleto de vaca debajo de los shorts si es que eso piensas, aunque creo que tu podrias llevar algunos animales muertos debajo de esa cosa que traes puesta. Y ¿Qué tienes en contra del maquillaje normal, anormal? -Que lindo verte a ti tambien- le devolvió la sonrisa aunque fría- Y que lindo saber que usas maquillaje "normal", me confirmaste la duda del verano. Ahora se que llevas el mismo labial que una perra con tumores- Yaya le guiñó un ojo, colgándose su propia cartera al hombro y emprendiendo el rumbo a la seguridad de su dormitorio. Lola no tuvo tiempo suficiente para responderle, asi que solo le quedó volver a su camino hacia la conserjería, donde recogió la llave y el mapita del campus totalmente innecesario para alguien que habia descubierto todos los rincones del internado cuando se escapaba de clases para fumarse la vida. -Yo ya tengo mi llave- canturreó alzándola a la vista cuando Zack terminaba de bajar todas sus cosas de la camioneta-Apurate en traer la tuya para que puedas llevar mi cosas. Muero echarme en una cama decente, no dormi bien en el avión y tú no me dejaste hacerlo en el auto. -Relájate- le dijo él poniéndose tambien los lentes oscuros con una mano mientras la otra levantaba el tirador de la maleta con rueditas- Es solo el primer día y en menos de un minuto ya cumpliste con tu cuota de "perra loca" con Yanazsha (aunque a mi parecer ella te ganó esta vez) y te aseguro que a mis guardias les alteraste los nervios...creo que uno se fue llorando-rio- Creo que ese es el problema del internado...no pueden juntar tanta gente por tanto tiempo en un solo lugar. Todos dejan de ser amables y empiezan a ser...reales. -Yo no. -No, tú eres la persona más falsa que conosco- acordó rodeándola con un brazo para guiarla de nuevo a la consejería, esta vez a recoger sus cosas.
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Post by Milly on Mar 15, 2013 0:11:51 GMT -3
Cerró la maleta luego de sacar y acomodar la última de sus prendas en el armario. Hubiera sonreído satisfecho por su obra pero, sencillamente, el impulso no nació. Había llegado al campus con la puntualidad que le era propia, pero luego de adquirir sus llaves procuró huir en la búsqueda de su habitación tan rápido como una bala. No deseaba tropezarse con nadie, no por ahora. Porque sabía que tarde o temprano debería hacerlo, pero Connor prefería escoger tarde. La gente en ese lugar... no eran muchos los que tenían la facultad de no incomodarlo, así que prefería retrasar el momento de las conversaciones obligadas hasta la bienvenida. Ese esa su tiempo de soledad y paz consigo mismo; la fase de preparación para cumplir con todo lo que bien sabía que le correspondía. Encendió la televisión y comprobó que todos los canales fueran visibles, la señal, la calidad del sonido... cada detalle hasta corroborar que el equipo estaba en perfectas condiciones. Luego probó la señal a internet desde su propia laptop. La calefacción, las luces, la temperatura del agua y hasta la cantidad de cobertores y almohadas en la cama. Y el mundo pareció caer a sus pies cuando descubrió que las sábanas eran negras. Un color elegante, ciertamente, pero que lo haría sentir sucio aún luego de sus tres duchas diarias; la opacidad de la tela destacaría las partículas de células muertas que toda persona pierde durante la renovación celular de la capa externa de su piel. Tendría que solucionarlo, antes de aquella noche... o no tendría un sueño reparador. Y necesitaba dormir siete horas para que su metabolismo se sintiera repuesto. No más. No menos. Siete. Habiéndose asegurado de acomodar la maleta vacía en el rincón donde la dejaba cada año, salió de su habitación. Si encontraba a algún miembro del centro de estudiantes antes de la bienvenida, aquel terrible caos podría tener solución. Deberían dar aviso al personal de aseo... porque él no podía tratar con ellos. Eran... del aseo.
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